Tras casi una década con un quinto magistrado, un largo período solo interrumpido en 2018, la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, acaba de perder esta medida de refuerzo. Esta sala civil que llegó a ser la más colapsada de España entre las de su especialidad ya trabaja desde el 1 de enero sin el juez de apoyo, es decir, su plantilla se ha vuelto a ceñir a sus cuatro magistrados titulares. Aunque el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) pidió que se prorrogase el refuerzo, el Servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha emitido un informe denegando dicha renovación, según confirman fuentes oficiales del órgano de gobierno de los jueces. El motivo, añaden, es que a raíz del descenso a lo largo de los últimos años de los asuntos pendientes de resolución que acumulaba la sección, lo que se concluye es que logró ponerse "al día" y la medida ya no es necesaria.
El juez que realizó esta labor en la Sección Sexta desde 2010 mediante una comisión de servicio con relevación de funciones, Eugenio Francisco Míguez Tabarés, ha cesado en esta función y ya se incorporó al juzgado del que es titular, el de Primera Instancia 11 de Vigo. Aunque lo cierto es que el informe de la Inspección aún no se abordó en la preceptiva Comisión Permanente del Poder Judicial -se prevé que se incluya en el orden del día de algunas de las dos que restan por celebrar este mes-, fuentes de este órgano indican que en estos supuestos lo usual es que se "tome conocimiento" y se apruebe lo decidido por los inspectores, motivo por el que, una vez venció el pasado 31 de diciembre, ya no se amplió la anterior prórroga.
El extraordinario colapso que llegó a registrar la única sala civil de la Audiencia que existe en Vigo fue el que motivó que, en junio de 2010, se adoptasen medidas de refuerzo. En aquel momento la sección acumulaba la friolera de 1.600 asuntos pendientes de resolver. Inicialmente hubo dos magistrados de apoyo y dos años después se decidió reducir la cifra a uno solo, que ha continuado hasta ahora con la excepción de un parón que hubo en 2018, a raíz de que durante un período de tiempo el Ministerio de Justicia no autorizase la renovación en los términos que existían hasta aquel momento.
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La labor del juez de refuerzo permitió a la sala sumar cinco magistrados y resultó clave para que, poco a poco, se pudiese ir reduciendo el enorme volumen de casos pendientes que acumulaba. Fue una labor que llevó años, pero que resultó efectiva. Según la última estadística publicada, la de 2018, finalizado ese ejercicio la pendencia había bajado a poco más de 380 litigios. Una cifra que evidencia que la sala logró superar su atasco.
Balance
Pese a que la situación de la sección no tiene nada que ver con la de hace una década, lo cierto es que distintas fuentes consultadas argumentan que precisamente el motivo por el que este órgano judicial se puso al día es que funcionó durante mucho tiempo con esos cinco magistrados. Con una media anual de nuevos asuntos que en condiciones normales nunca suele descender del millar -lo que según los propios módulos del CGPJ justificaría una plantilla de cinco jueces-, estas fuentes no pasan por alto el hecho de que en los dos últimos ejercicios la entrada de casos disminuyó de forma importante. En 2018, por ejemplo, tuvieron uno de sus balances más bajos: solo 728 procedimientos. Pero avisan de que esto es consecuencia de la huelga de funcionarios judiciales que aquel año paralizó la actividad durante meses. Lo normal, afirman, es que el número de pleitos vuelva a crecer. "Aún ahora estamos notando el efecto del paro judicial, pero eso cambiará; y el riesgo de que la sala se vuelva a atascar está ahí", concluyen.
