Una de las reflexiones que extrae de su investigación es el retraso que lleva la educación en cuanto a formación digital en comparación con el resto de realidades. "Para lo digitalizados que estamos nosotros en nuestro día a día, la educación va por detrás. Pero poco a poco va, hay más iniciativas, pero falta ese paso de gigante. Hoy en día todos los niños saben lo que son las tablets y en sus casas los tienen, a partir de los 8 años ya están familiarizados. Pero las ven como un elemento de ocio, para ver vídeos, jugar, etc. Y deberían empezar a verlo como un material también didáctico. El manejo ya lo tienen, falta el salto al uso didáctico. Es un proceso que todavía estamos muy en el camino. Hay ya algún centro que ya no usa libros, solo ordenadores. Y te saldrá mucho más económico. Solo necesitas dicha tablet y luego cada año o en el mismo curso te vas bajando los contenidos que necesitas", explica Sánchez.
Otro de los problemas -o dificultades- que destaca en su implementación en el aula es entenderlo como un apoyo . "Muchas veces lo usan como soporte, lo que haces en la libreta lo pasas a la tableta y esto no es. Se necesita de mayor implicación, trabajos colaborativos, no es lo mismo dibujar en un papel que hacerlo en una tablet. La tablet te puede ofrecer muchísimo más, una nueva metodología y no un nuevo soporte. A los niños les motiva más hacer un repaso de un tema a través de un contenido interactivo que por un libro, o incluso matemáticas, ver de verdad como operan las funciones. Hoy en día contamos con muchas aplicaciones que son muy interesantes", añade la docente.
Futuro
Sobre el futuro de esta digitalización, la investigadora confía en que de forma "inevitable", tienda hacia lo tecnológico. "Inevitablemente la educación debe girar a esta digitalización. De hecho, hoy en día los niños ya nacen sabiendo coger un teléfono móvil, y las siguientes generaciones irá a más. La metodología sería usar la Tablet como un recurso muy importante, a la altura del libro. La competencia digital debe ser desarrollada por el alumno porque en el día a día nos la piden a todos. La tableta terminará viéndose como un libro, como un recurso educativo natural", concluye Cristina Sánchez.
