"El VIH tratado no se contagia y la gente no lo sabe. Si sigues tu tratamiento de forma constante y estricta no tendrás ningún problema, es igual que tratarse de una diabetes". Hace cuatro años a Pedro (nombre ficticio), un vecino de Vigo, le fue detectado tras una analítica por una gripe "que no se curaba" el virus del VIH, comúnmente conocido como SIDA. "Me gusta definir mi situación como una anormalidad dentro de la normalidad, porque yo vivo sin problemas, mi día a día en la vida es normal, las relaciones sociales son buenas, el trabajo igual... Se podría llevar con toda la normalidad del mundo si no fuera por el estigma social", verbaliza, desde el anonimato, este paciente, uno de los cerca de 300 que atiende Povisa con esta enfermedad, 12 nuevos casos cada año.
El hospital, con motivo de la celebración hoy del Día mundial contra el SIDA, organiza dos cursos formativos sobre enfermedades infecciones. Porque el VIH no es la única, ni siquiera la que tiene mayor prevalencia. "Aumentaron mucho otras enfermedades de transmisión sexual como sífilis o clamidias", apremia la doctora de Medicina Interna del centro de calle Barcelona, Alexandra Arca.
El gran problema que tiene esta enfermedad, explica la facultativa, es que se estima que hay un 30% de pacientes infectados que lo desconocen. "Esto es lo que hace que persista la transmisión. Los pacientes bien controlados y con carga de VIH indetectable, se ha visto que la transmisibilidad es casi nula. Por eso en lo que hacemos hincapié es diagnosticar el mayor número de casos posible. Sería el primer paso para no aumentar más los casos y conseguir una erradicación que a día de hoy es impensable" , añade.
Pedro sintió "tranquilidad" cuando fue diagnosticado de VIH, primero por poner nombre a las complicaciones de salud por las que pasaba y segundo, porque pudo conocer "el camino o la vía para tratarlo". "Es mucho mejor estar tratado que estar con la incertidumbre; al principio fue más un sufrimiento psicológico que otra cosa. Me encontraba perdido pero me hicieron ver que tenía que digerirlo. Lo pasas mal al principio pero pude ponerle nombre a lo que me pasaba y sabía que con un tratamiento estaría controlado. Tuve un respaldo magnífico de los médicos", aclara.
Este tratamiento consiste, de forma general, en la administración por vía oral de una única pastilla diaria de forma indefinida. "Suelen estar muy bien toleradas y no generan efectos secundarios. En estudio ahora está la terapia inyectable, cuya administración será cada más tiempo", explica la médica Alexandra Arca.
Desde este semana, la seguridad social a comenzado a financiar un tratamiento conocido como pre-exposición. "Es un tratamiento antiretroviral para el VIH, se da en pacientes sin infección, no contagiados, personas que tienen relaciones sexuales sin protección. Tomarían las pastillas previamente y lo que busca es que esa persona que no pone métodos de barrera se infecte. Está destinada a hombres que tienen sexo con hombres y personas transexuales con más de 10 parejas sexuales en el último año o ser diagnosticado de una enfermedad sexual en el último año, entre otros", concluye la facultativa.
