Vigo se ha colado en tiempo de descuento en la puja por la construcción en España de una macroplanta china de baterías de ion-litio para vehículos eléctricos, un proyecto que lleva aparejada una inversión de hasta 1.000 millones de euros y la creación de miles de empleos y una carrera en la que comunidades como Aragón, Castilla y León o Extremadura llevan cierta ventaja. La candidatura viguesa fue presentada ayer en Madrid a la ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto, por el alcalde Abel Caballero y el delegado de la Zona Franca, David Regades, que participaron en el "2º Foro de vehículo eléctrico, conectado y autónomo China-España" que organiza el ICEX y en el que está presente el consorcio China EV100, que representa a más de un centenar de firmas vinculadas al coche eléctrico y a los inversores interesados en abrir en España la cuarta fábrica china de baterías en Europa.
Caballero y Regades exhibieron ante la ministra el potencial del área para acoger una inversión de estas características: la existencia de un polo consolidado de la industria del automóvil con una de las mayores fábricas del Grupo PSA y especialista en vehículos eléctricos, las facilidades para exportar a través del Puerto, un ecosistema de innovación de vanguardia liderado por el CTAG y que hay terrenos disponibles. El alcalde baraja dos alternativas de emplazamiento: la Plisan, si la inversión es inmediata, porque ya está en plena urbanización; y el propio municipio vigués, donde prevé duplicar el suelo industrial disponible en los próximos años en colaboración con el Consorcio, si se dilata en el tiempo. "Lo importante es presentar oferta, y Vigo ya lo ha hecho", aseguró el regidor, que admitió que comunidades como Navarra, con su presidente al frente, Francisco Javier Lambán, también están presionando por este proyecto.
Según les explicó Maroto, a finales del primer trimestre del 2020, los inversores chinos harán una primera criba entre las candidaturas españolas en un encuentro ya programado en Shanghai. En juego está una inversión de entre 800 y 1.000 millones de euros, la creación de miles de puestos de trabajo y la cuarta fábrica china de baterías en la Unión Europea. Caballero aprovechó para criticar la "dejadez" de la Xunta, que "conocía el proyecto desde hacía tiempo" y no hizo nada dando ventaja a otras regiones, y contrapuso el interés del presidente maño (del PSOE), que ayer también estuvo en Madrid con la ministra y los inversores de China EV100 para intentar captar esta inversión, con la "falta de noticias" del Gobierno gallego. "¿Cuál es su política industrial", se preguntó. Además de Aragón, pujan por esta inversión Castilla y León (el Bierzo), Extremadura, País Vasco, Navarra y Asturias.
A mayores de la planta de baterías, el alcalde señaló que hay posibilidad de atraer otros dos proyectos tecnológicos relacionados con el coche eléctrico, autónomo y conectado, y avanzó que se pondría en contacto con los responsables del Grupo PSA, Ceaga y CTAG para configurar una candidatura lo más completa posible. "Tenemos la garantía de que el ministerio [de Industria] nos apoya", anotó.
Esta no es la primera vez que el área de Vigo se posiciona para acoger una gran planta de baterías de litio. De hecho, en el bienio 2009-2010 ganó una complicada puja internacional con Austria para captar una inversión milmillonaria del consorcio nipón Lithium Energy Japan, una joint venture participada por GS Yuasa, especialista en baterías de ion-litio, y Mitsubishi Corporation, aliado del Grupo PSA en el suministro de componentes (baterías, grupos de motopropulsión, etc.) para los coches eléctricos. Pero la falta de seguridad jurídica de los terrenos sobre los que estaba proyectada esta macrofactoría, la Plisan, hoy totalmente blindada; y el tsunami que arrasó Japón en 2011 y obligó a las compañías niponas a alterar sus planes de inversión exterior, dieron carpetazo a la primera oportunidad de Galicia que liderar la producción de baterías de ion-litio para el coche eléctrico en Europa.
