Los Institutos de Educación Secundaria (IES) de Vigo están atravesando algunos problemas de liquidez. El motivo: el retraso de la Consellería de Educación para abonarles el último 30% de la partida que cada año se destina a "gastos de funcionamiento", es decir, facturas ordinarias (luz, gas, agua...), pequeñas reparaciones o compra de material escolar. Un dinero que habitualmente llega a las arcas de los centros educativos a principios de octubre pero del que todavía no saben nada.
Este "agujero" financiero está afectando especialmente a los institutos más pequeños, que manejan un presupuesto reducido y que necesitan ese ingreso para afrontar gastos básicos. Es el caso del IES de Beade, al que la Xunta le adeuda unos 22.000 euros. Su secretaria, Margarita Martínez, alerta de que este retraso está obligando a posponer el pago de varias facturas, como las relacionadas con unas pequeñas reparaciones que se realizaron en el centro el pasado verano.
No solo eso, para hacer frente a gastos básicos como los recibos de luz o de agua, desde la secretaría del centro se le ha pedido a los trabajadores que eviten realizar ahora mismo ninguna compra necesaria para su día a día que pueda agravar todavía más la situación financiera del IES de Beade. "Estamos solicitando que esperen hasta que la Xunta nos pague", explica Margarita Martínez.
La situación en otros centros es todavía más extrema. La directora de un instituto, que prefiere que no se haga público su nombre, alerta de que estos retrasos están provocando una situación límite, hasta el punto que no han podido pagar la última factura del agua. "Esto es un horror", lamenta. Según explica, la situación es tan crítica que el jardinero del centro lleva varios meses sin poder cobrar. "Porque nos deben otras dotaciones, no solo ese 30% restante de los gastos de funcionamiento. Llevamos desde julio sin recibir ningún ingreso, nos deben unos 20.000 euros ¿Van a esperar hasta las elecciones para pagar?", se pregunta.
Los gastos fijos de un Instituto de Educación Secundaria rondan los 3.000 euros mensuales. El agua, la luz y la calefacción son algunos de los aspectos más costosos. La Xunta dedica una partida anual para financiar estos gastos corrientes. En el primer trimestre del año ingresan el 40%, en el segundo el 30% y, en el último, el 30% restante, que es el que todavía no se ha abonado. "Lo esperamos como agua de mayo, tenemos que pagar mensualmente solo en luz unos 1.000 euros", asegura la directora del IES Carlos Casares, Asunción Montenegro, que llegó recientemente al cargo y se encontró con esta "sorpresa" en forma de demora en los pagos de la Consellería de Educación. A este centro, situado en la Avenida da Ponte, se le adeudan alrededor de 15.000 euros.
Esta partida presupuestaria se asigna en función del número de alumnos matriculados. El IES Politécnico, uno de los más grandes tanto en oferta educativa como en estudiantes, la partida adeudada asciende a 109.000 euros. No obstante, según reconoce el propio director, Euloxio Santos, no tienen problemas de descubierto en la cuenta al manejar un presupuesto mucho más elevado que centros más pequeños. En A Guía, por su parte, esperan que "el ingreso esté al caer". "De momento no tenemos problemas, pero si se retrasan un poco más...", avisa su responsable, Aurora Alonso.
Los responsables de los centros educativos lamentan que la administración autonómica no les ha dado ninguna explicación para justificar esta demora. No entienden por qué está sucediendo, pues afirman que habitualmente estos abonos siempre llegan en plazo.
Una portavoz de la Consellería de Educación, por su parte, aseguró a FARO que los pagos "se están gestionando" y que la previsión es abonarlos "de forma inmediata en estos días". La Xunta no concreta, sin embargo, cuál ha sido la causa en este retraso en los abonos a los institutos.
