Los vecinos de la urbanización de O Piricoto, en Castrelos, ven la luz al fin tras un largo y tortuoso calvario judicial que suma ya dos décadas y media, las mismas que se ha mantenido en el alero la legalidad de sus viviendas. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) divulgó ayer una sentencia fechada el pasado 25 de octubre en la que zanja que las obras que se han acometido en la urbanización para encajarla en su entorno son "suficientes" y rechaza su derribo.
"Todas las pruebas permiten concluir que las actuaciones de adaptación, incluidas las demoliciones parciales ejecutadas, son suficientes para tener por ejecutada completamente la sentencia", argumenta el auto, que prosigue: "La edificación se ha adaptado al ambiente circundante y se han eliminado los impactos paisajísticos".
Contra la sentencia cabe ahora recurso de reposición. Una vez sea firme, el TSXG decretará el archivo del proceso que inició en 1994, cuando el alto tribunal autonómico emitió un fallo que anulaba el acuerdo municipal que permitió la construcción y censuraba la "disonancia" de los bloques de pisos con su entorno, situado en las inmediaciones del parque de Castrelos y el Pazo Quiñones de León.
En su escrito, el TSXG apunta que el derribo de toda la urbanización "acabaría generando un resultado disonante con el contorno actual, profundamente urbanizado y radicalmente transformado respecto a la realidad paisajística existente en el momento en que se dictó la sentencia", en 1994. El tribunal señala dos claves. La primera es el gran cambio que ha experimentado el entorno de Castrelos a lo largo de las últimas dos décadas y media. "Se trata de un área profundamente urbanizada a raíz de la creación de viales estructurantes y a partir de los cuales se ha ido compactando la malla urbana", corrobora el TSXG en su escrito.
El otro elemento crucial es la entrada en vigor de la ordenación provisional. Las últimas obras para adecuar el bloque a la legislación se realizaron con una licencia concedida por Urbanismo en 2012 y que a su vez se sustentaba en el Plan Xeral de 2008. Cuando en 2015 el Tribunal Supremo anuló el PXOM asestó un duro golpe a esa medida, ya que acarreó la entrada en vigor del anterior plan, de 1993. "En la actualidad vuelve a tener vigencia al ser recuperada por el instrumento de ordenación provisional", explica la sentencia.
Caballero: "Nos da la razón"
Ayer el alcalde, Abel Caballero, destacaba que el fallo del TSXG es "una buena noticia para los inquilinos y la ciudad". "El problema con el Piricoto y su licencia con esta sentencia queda aclarado y validado", resaltó el primer edil tras señalar que el fallo judicial "da la razón" al Concello al declarar válida la licencia otorgada por la Gerencia de Urbanismo hace siete años. "Está vigente. Tienen que tirar unos ligeros tabiques, pero está legalizado el Piricoto con esa condición que es lo que decía la licencia", concluyó.
