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El futuro de la mayor industria viguesa

PSA avisa que la nave logística planteada por Zona Franca en Bouzas podría afectar a sus operaciones

La planta traslada al Puerto su oposición al proyecto en un momento de fuerte crecimiento de la producción por los lanzamientos y el tráfico con Marruecos - El Consorcio no tiene constancia de la postura contraria del grupo

Vista general de la terminal Ro-Ro de Bouzas y de la parcela en concesión a la Zona Franca en la que se haría la nueva nave logística (tras la valla). // A.O.

El proyecto de Zona Franca de construir en Bouzas una gran nave logística no convence a la primera industria del sur de Galicia y principal cliente de la terminal Ro-Ro: PSA. La planta, que tiene alquilados al Consorcio los terrenos sobre los que se construiría la nave, teme que esta estructura de 15.000 metros cuadrados de superficie pueda interferir en su operativa en un contexto de fortísimo crecimiento por los lanzamientos (acaba de salir a la venta el todocamino 2008) y los nuevos tráficos con Marruecos, por lo que no ve oportuna una inversión bendecida por los principales operadores de la terminal porque paliaría el déficit de suelo portuario a cubierto para mercancías, y en una zona tax free con beneficios fiscales. Directivos del Grupo PSA ya mostraron su oposición a la actuación al Puerto, que tiene concesionarios los terrenos a la Zona Franca, mientras que desde el departamento que pilota David Regades no tienen "constancia" del rechazo de PSA a la nave.

Fuentes del entorno portuario reconocen que técnicos de PSA, desde que trascendió el proyecto el pasado septiembre, se han encargado de extender por la terminal el malestar de la planta por no haber sido consultada previamente -son terrenos que tiene alquilados al Consorcio- y por lo inoportuno del momento: cuando Balaídos se prepara para batir sus récords históricos de producción (se esperan volúmenes superiores al medio millón de vehículos al año a partir de 2020) y los tráficos con Marruecos se están disparando por el inicio de la actividad en Kénitra. Con este telón de fondo, PSA considera que una actuación como la planteada por Zona Franca interferiría en sus operaciones a pesar de que el proyecto no supone la eliminación de espacios para el estocaje de coches y semirremolques, al reservar la cubierta de la nave para este cometido.

Pero de los comentarios de algunos técnicos de la fábrica se ha pasado esta semana a un pronunciamiento al más alto nivel por parte de PSA ante la Autoridad Portuaria, que es la dueña de los terrenos que ocupa la Zona Franca en régimen de concesión en Bouzas. El propio director de la factoría, Ignacio Bueno, acompañado por los responsables de Logística y de la Secretaría Técnica de Balaídos, ha trasladado al Puerto su oposición al proyecto porque podría interferir con sus operaciones, mientras que desde Zona Franca señalaron que no tienen constancia de que PSA rechace la construcción de una nave logística que estaría destinada íntegramente a la industria de automoción, como recogió este periódico.

Tampoco ésta sería la primera vez que PSA se opone a nuevos proyectos en la terminal Ro-Ro. Ya lo hizo cuando se planteó por primera vez la construcción de un silo para vehículos, que finalmente se llevó a cabo y la ahora multinacional francesa utiliza para estocaje de sus vehículos, así como cuando se lanzaron proyectos para consolidar la actividad de reparación y transformación naval en Bouzas, por el impacto que estos trabajos tendrían en los coches a la espera de embarque (partículas de pintura, suciedad, etc.).

Fuentes consultadas señalaron que el Puerto ya se ha puesto en contacto con Zona Franca para expresarle la "preocupación" de PSA al respecto de la nave logística, con el objetivo de celebrar una reunión a tres bandas para aclarar posturas y no perjudicar al principal cliente de ambas instituciones.

Además de blindar la operatividad de PSA en pleno bum productivo, detrás del rechazo de la fábrica al proyecto estaría el objetivo de costes marcado por la multinacional francesa. El presidente del grupo, Carlos Tavares, sigue presionando a los responsables de Balaídos para ajustar más los gastos, poniendo como referentes de "eficiencia" a las plantas de Portugal (Mangualde) y Marruecos (Kénitra), por lo que lejos de aflojar, la cúpula de PSA-Vigo sigue buscando cómo reducir el coste de producción, advirtiendo en varias ocasiones tanto a su propia plantilla como a su panel de proveedores de la necesidad de continuar apretándose el cinturón. Y otra vía sobre la que presionar son las tasas.

Retorno de los terrenos

La dirección de la planta viguesa vería con buenos ojos que los terrenos concesionados ahora a Zona Franca en la terminal retornasen al Puerto, ya que sus tarifas para el almacenamiento de vehículos y semirremolques son un 50% más baratas. Pero la concesión de Zona Franca no expira hasta 2023 y tiene aprobada una prórroga de otros 12 años, lo que dificultaría esta operación salvo que haya voluntad por ambas partes. Al contrario, el objetivo que tenía el ente estatal era a cambio de la inversión de 15,6 millones de euros en la nueva nave logística, ampliar todavía más los plazos de la concesión. PSA, Zona Franca y Puerto tendrán que sentarse para intentar llegar a una solución que beneficie a las tres partes.

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