Tras meses de espera, el estudio de alternativas para el abastecimiento de agua en Vigo y municipios de su área -Tui, Ponte Caldelas, Pazos de Borbén, Fornelos de Montes, Redondela, Soutomaior, Porriño, Mos, Salceda, Moaña, Cangas, Baiona, Nigrán y Gondomar- salió al fin a licitación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica, tal y como anunciaba ayer el BOE. Su presupuesto es de 199.828 euros y su plazo de ejecución será de 13 meses.
En el pliego se reconoce que el sistema de abastecimiento actual en la zona sur de Pontevedra es "insuficiente" para cubrir las demandas presentes y futuras, más cuando se prevé "un escenario de cambio climático con periodos de escasez y situaciones de sequía cada vez más probables", lo que hace "necesario" llevar a cabo actuaciones que garanticen una solución a "largo plazo".
Por ello, además de las alternativas planteadas y que serán objeto de análisis -recrecimiento de la presa de Eiras, construcción de una nueva, construcción de una planta desalinizadora, captación del Verdugo o traer agua del río Miño- también incluye la realización de un estudio del crecimiento de la población a 50 años así como la afectación del cambio climático. Además de la demanda urbana también "deberá" analizarse el uso de agua industrial, ganadera e incluso la vinculada al turismo.
Asimismo, deberán detallarse en este estudio las cuencas de los ríos Miño, Oitavén y Verdugo; y analizar el estado de conservación de del sistema de abastecimiento actual. Y es que también aboga por definir las posibilidades de aprovechar las infraestructuras existentes para una posible "ampliación" o "modificación".
El estudio deberá recopilar también todos los factores ambientales afectados como fauna, flora, aire, clima, paisaje o patrimonio cultural. A este respecto, señala que será necesario realizar una "prospección arqueológica general" que permita identificar "todas las posibles afecciones a Bienes de Interés Cultural". La vulnerabilidad ante riesgos de accidentes graves o catástrofes e incluso la calidad del agua también serán tomadas en cuanta a la hora de decantarse por una de las alternativas planteadas.
Este estudio del abastecimiento del agua nace del convenio de colaboración a tres bandas entre Ayuntamiento de Vigo, Xunta y Confederación Hidrográfica Miño-Sil, dependiente del Ministerio, convenio que sufrió cambios unilaterales por parte del gobierno autonómico y que necesitó de una "modificación urgente" del Concello en abril para evitar nuevos retrasos.
