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Ribera Salud, nueva dueña del hospital Povisa y sus clínicas por 24 millones

El grupo apuesta por mantener la plantilla -Silveira: "Cedemos el control a una de las corporaciones sanitarias más punteras del mundo"

Las instalaciones de Povisa en la calle Salamanca, ayer. // José Lores

El hospital Povisa, sus clínicas y la Escuela de Enfermería ya pertenecen al grupo Ribera Salud, con sede en Valencia pero controlado al 90% por la corporación norteamericana Centene. Tras meses de negociaciones que arrancaron este año, el consejero delegado del Grupo Nosa Terra 21 -socio mayoritario de Povisa desde hace 23 años-, José Bernardo Silveira Martín, y el de Ribera, Alberto de Rosa, rubricaron ayer el acuerdo del traspaso, previsto para este pasado miércoles pero que fue aplazado por unos trámites en la redacción del contrato. La venta se formalizó por 24 millones de euros, según ha podido saber FARO, de los cuales 13 se corresponden con el valor inmobiliario del centro de la calle Salamanca así como el policlínico ubicado en la calle Gran Vía, la clínica Colon, 28; dos centros de la calle Barcelona (el ubicado en el número 57-59 y el del 63) y las dependencias que tiene en Zaragoza, 56.

Con esta operación, el conglomerado Ribera Salud poseerá por primera vez -y no solo gestionará- una infraestructura hospitalaria, ya que hasta el momento solo actuaba en concesiones relacionadas, eso sí, con el ámbito sanitario de alto nivel. Su desembarco en Galicia fue también aplaudido por el Banco Sabadell. Y es que además del gigante yanki Centene, la entidad financiera española es su otro accionista aglutinando el 10% de la empresa valenciana. Sabadell ve muy positiva esta operación, en particular para el sur de la comunidad gallega, y defiende la potencia internacional de Ribera en un sector que necesitaba de una inyección y una apuesta como ésta.

Aunque son muchos los flecos que todavía se desconocen de dicha transacción, uno de los más urgentes es, junto con el mantenimiento de la calidad y alto nivel asistencial que ha distinguido a Povisa en los últimos años, la conservación de su plantilla, integrada por cerca de 1.500 trabajadores entre personal sanitario fijo, contratado o externo. Sobre este extremo se pronunció De Rosa, su consejero delegado. "Povisa es uno de los hospitales más importantes de nuestro país, con excelentes profesionales y servicios. Esperamos poder sumar con nuestra experiencia y conocimiento, para seguir dando el mejor servicio a los ciudadanos, contando con el excelente equipo humano que ha hecho de Povisa un referente en calidad asistencial", afirmó.

Si bien el acuerdo ya semeja irreversible, todavía restan las autorizaciones administrativas correspondientes, como es la de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), órgano que deberá analizar la viabilidad de la operación y la libre concurrencia en el plazo de un mes. Concretamente, Ribera Salud adquirió el 97% del Hospital de Povisa, al pertenecer el 3% restante a un conglomerado de más de 300 accionistas.

Fin a un "periodo provisional"

Por su parte, el grupo Nosa Terra 21 con la familia Silveira al frente, vuelve a centrarse exclusivamente en el ámbito marítimo y portuario -con la Naviera Elcano o Remolcanosa- tras más de dos décadas gestionando uno de los centros hospitalarios privados más importantes de España y el mayor de Galicia, periodo en el que se logró "estabilizar" y "modernizar" a un hospital que adquirió 1996. "Con la venta a Ribera Salud, el grupo Nosa Terra 21 concluye un periodo provisional que se ha prolongado durante 23 años y vuelve a centrarse en el ámbito marítimo, cediendo el control de Povisa a una de las corporaciones sanitarias más punteras del mundo, y convencido de que, una vez cumplido su objetivo de estabilizar y modernizar el hospital, ha llegado la hora de que se sume al proceso de concentración que vive desde hace unos años el sector para encarar el futuro con mayor fuerza, aprovechando las enormes sinergias que se derivan de su pertenencia a una gran corporación sanitaria multinacional", esgrime en una carta a la plantilla el consejero delegado del grupo, José Bernardo Silveira Martín, que en 2012 ya vendió otro de sus activos sanitarios, el hospital de La Esperanza de Santiago, a los propietarios del Policlínico La Rosaleda.

La tercera pata de esta transacción, también expectante ante el resultado y devenir de la misma, es la Xunta. Y es que de las 139.000 cartillas que maneja el hospital, cerca de 135.000 pertenecen a un concierto con el Sergas -por el que recibe 504 euros por paciente tras la última modificación-, vigente hasta el próximo 2022. Reforzar el área privada podría ser una de las estrategias de la nueva empresa propietaria, pero siempre ligada a este convenio que no podrá ser revisado hasta dentro de tres años.

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