Tan pequeño que pasa desapercibido pero de toma fotográfica igual de implacable que los móviles o fijos, la Guardia Civil de Tráfico desplegó ayer en Rande el nuevo radar Velolaser. La activación de este dispositivo de última generación en el emblemático viaducto comenzó a circular desde la noche del miércoles por redes sociales solo que anunciándola para mañana. Sin embargo este periódico pudo confirmar que a lo largo del día de ayer ya estaba operando y que continuará, previsiblemente, en diferentes momentos del día de hoy. Así que de no cumplir el límite de velocidad en sus seis carriles, fijado en 80 km/h, los conductores se arriesgan a ser inmortalizados por la potente cámara de un aparato que suele montarse sobre los guardarraíles. Pocos más detalles alertan de su presencia por no ser más que un cajetín metálico de tamaño casi irrelevante. Además, por su facilidad de transporte los agentes suelen moverlo por distintos emplazamientos, y en concreto, de la AP-9.