Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La "uni" estresa más a las alumnas

Un estudio con 264 estudiantes de Fisioterapia revela que ellas son más vulnerables a padecer alteraciones físicas, irascibilidad y pensamientos negativos

Alumnas y alumnos de Fisioterapia. // Duvi

Clases, prácticas, exámenes... Los universitarios también sufren estrés, sin embargo, constituyen una población todavía poco estudiada desde este perspectiva. Un novedoso estudio desarrollado en la Facultad de Fisioterapia de la UVigo añade además la variable del género y concluye que las alumnas son más vulnerables que sus compañeros a padecer estas alteraciones con consecuencias para su vida académica.

La investigación se desarrolló durante cinco cursos académicos, desde 2010 a 2015, con 264 estudiantes voluntarios de dos promociones del grado de Fisioterapia para poder realizar el seguimiento de cada uno de ellos desde su primero al último año de estudio.

Sus autoras son las profesoras de la facultad pontevedresa Yoana González, Eva Lantarón e Iria Dacuña y la graduada Alejandra Alonso. Y los resultados se acaban de publicar en la revista Trances de la asociación Feafys de profesionales de la educación y la salud.

Los participantes contestaron a los cuestionarios a mitad del segundo semestre, marzo y abril, para evitar cualquier influencia del inicio del curso o el periodo de exámenes. A través de sus respuestas, se evaluaron cinco variables: agotamiento físico, dificultades con el sueño, irascibilidad, pensamientos negativos y agitación física. Los estudiantes referían la presencia o no de estos síntomas con una escala del 1 -nunca- al 5 -siempre-.

En todos los casos, las medias de las alumnas fueron superiores a las de los alumnos, aunque con una leve diferencia.

Los resultados demuestran, por tanto, que el hecho de ser mujer está "asociado a una mayor sintomatología psicofisiológica de estrés" y que las alumnas son más vulnerables que sus compañeros.

De ahí que las responsables de la investigación recomiendan a las instituciones educativas que presten atención a estas diferencias de género y "doten de los recursos suficientes a la población femenina" para poder disminuir "los efectos perniciosos que el estrés puede generar en las estudiantes".

Respecto a las razones que explicarían este "peor manejo" del estrés por parte de ellas, las cuatro autoras refieren en su trabajo diferentes hipótesis elaboradas por estudios previos.

La mayor tendencia de las mujeres a prestar atención a sus emociones, junto con una menor capacidad de reparación de sus estados emocionales, podrían explicar en parte que sus puntuaciones sean más elevadas en estrés percibido y, al mismo tiempo, en autoeficacia percibida cuando se las compara con sus compañeros.

Otros estudios referidos en el artículo de las investigadoras de la UVigo apuntan a los recursos utilizados para reducir el estrés académico. Mientras ellos recurren preferentemente a la reevaluación positiva y a la planificación y adoptan un pensamiento positivo, ellas se decantan por la búsqueda de apoyo social, una "estrategia con limitada eficacia:

Como resumen, subrayan la existencia de numerosos factores y defienden la multicausalidad como enfoque para abordar este problema.

Compartir el artículo

stats