La huelga que durante siete días mantenía en la reserva los depósitos de las gasolineras portuguesas embocó ayer su final. El Sindicato Nacional de Motoristas de Matérias Perigosas (SNMMP)-principal convocante de los paros que se iniciaron el pasado día 12 de agosto, junto al Sindicato Independente dos Motoristas (SIMM)- acordó paralizar la protesta a la espera de mantener una nueva reunión el próximo martes con la patronal de la Associação Nacional de Transportadores Público Rodoviários de Mercadorias (Antram), y con el Gobierno en el papel de mediador.

El presidente del sindicato, Francisco São Bento, trasladó en una comparecencia ante los periodistas la decisión de desconvocar la huelga después de considerar que se habían reunido las condiciones para entablar un diálogo con Antram y siempre bajo la premisa de que la parálisis no perseguía "perjudicar a los portugueses". El SNMP, que celebró el domingo una asamblea en la localidad de Aveiras de Cima, aprobó una moción en la que sin embargo se reserva la convocatoria de "huelgas extraordinarias, en fines de semana y festivos" si la patronal mantiene una postura que consideran "intransigente", como se refleja en la moción aprobada en la reunión.

La reunión del sindicato, que suscitó la cobertura minuto a minuto de la prensa del país vecino dados los problemas originados en esta última semana, se prolongó durante cerca de tres horas. La noche del pasado jueves, el SIMM también había adoptado la decisión de abortar la huelga. São Bento con todo pidió que la decisión del sindicato no fuese leída como "un paso atrás" de los transportistas, sino como "un paso al frente" para llevar a buen puerto las conversaciones, según informó el diario luso Público.

La huelga que se había iniciado en plena temporada vacacional y en vísperas del puente de San Roque (festivo en Vigo) había obligado al Gobierno de António Costa a diseñar una red de gasolineras de emergencia que había reducido a 129 las disponibles en ocho distritos en el norte de Portugal. Ayer, según el portal Já Não Dá para Abastecer, un total de 372 estaciones de servicio no contaban con suministros de carburante.