Nueva vida para Izmar Automotive. Tras su venta por parte del Grupo IZ, el nuevo propietario de esta auxiliar viguesa del automóvil, un grupo inversor gallego capitaneado por un histórico directivo del metal, prepara un ambicioso plan de expansión que incluye la apertura inmediata de planta en Moraña con 30 trabajadores, el refuerzo de la producción en los centros de Vitoria y Madrid, donde prevé duplicar su capacidad; y el próximo año hacer realidad uno de los planes frustrados de la antigua propiedad de Izmar: el salto a Marruecos para ofrecer sus servicios logísticos a los grupos PSA y Renault, así como a TIER 1 de la industria de componentes. Para esta nueva vida, el dueño de Izmar hará efectiva en los próximos meses una ampliación de capital de 2,6 millones de euros.
El plan de expansión de Izmar incluye también una diversificación de su actividad, apoyándose en la experiencia que su nuevo propietario en sectores como el de las energías renovables. De hecho, la planta de Moraña, que contará con un plantel de 30 trabajadores directos en el polígono empresarial de Mirallos, se centrará en esta actividad. Según consta en el Registro Mercantil, el dueño de Izmar ahora es la sociedad Caytra Shareholders, cuyo administrador único es Alfonso Caneiro Couce, un directivo muy conocido en el sector del metal que fue en su día socio de firmas como Europrecis, y que figura relacionado con otras empresas como Intremar Servicios Integrales.
Dentro del plan de expansión de Izmar, según explicaron fuentes de la compañía, figuran otras acciones como la potenciación de la planta de Vitoria, desde donde la auxiliar viguesa, líder en españa en soluciones logísticas dentro de fábrica -carros, trenes logísticos, etc.-, presta servicio a OEM como Daimler o Volkswagen, además de duplicar la capacidad de producción del centro de Madrid, que trabaja principalmente para Grupo PSA (Villaverde) e Iveco. En una segunda fase, en 2020, la dirección de Izmar ya está planeando el desembarco en Marruecos, un proyecto que ya la anterior propiedad (el Grupo IZ, con Francisco Izquierdo al frente) llegó a poner en marcha pero que finalmente, por distintos desacuerdos entre socios y cambios en el mercado, no llegó a consolidarse. El nuevo dueño sí está convencido del salto para aprovechar el potencial de mano de obra asequible que tiene el país.
La idea es potenciar la oficina técnica de Valadares, centrando la producción de subconjuntos en países low-cost, y manteniendo el ensamblaje en España con una mayor automatización de procesos y "elementos de alto valor añadido". El nuevo propietario acometerá las dotaciones de capital necesarias para que en los próximos meses la compañía recupere el pulso. A mayores, promoverá la entrada de Izmar en otros sectores generando sinergias con el resto de industrias en las que participa.
