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Discamino, otra vuelta a la superación

Cinco socios con discapacidad y sus 'pilotos' derruirán las barreras a golpe de pedal en un recorrido por la costa gallega

Foto de familia de la expedición de Discamino // Alba Villar

Solo si se desvía la vista hacia la furgoneta de apoyo de Discamino se da uno cuenta de que su nueva aventura no es una cualquiera. En el maletero caben las neveras con comida, la ropa de ciclista, las cajas con herramientas, pero también una grúa para levantar a personas con movilidad reducida y varias sillas de ruedas. Por lo demás, la ruta es como cualquier otra: igual en ese cosquilleo que a una decena de pilotos y copilotos de la asociación, experta en ponerse el mundo por montera dando pedal, les penetra a las ocho de la mañana en el local de la Asociación de Familias de Personas con Parálisis Cerebral (Apamp), en Navia.

Al frente de todos, Javier Pitillas, claro, el policía vigués que traduciendo el hambre de retos de los socios de Discamino. "Es una burrada, pero como siempre se salen con la suya, aquí estamos preparando todo", tercia, sobre su particular tour que les llevará a rodear la Península en al menos cinco años. El primer paso será Galicia: en cinco etapas, circularán bordeando la silueta de la comunidad hasta el 11 de julio.

El gran reto de Discamino parte otra vez desde Vigo

El gran reto de Discamino parte otra vez desde Vigo

Discamino, otra vuelta a la superación // ALBA VILLAR

Para Javier Fernández no hay nervios: hay "emoción". "Vamos a conocer las playas de Galicia y eso mola mucho", cuenta. Con 47 años, a los doce años una mala operación le privó de la bici (tenía una BH, aún recuerda), hasta que conoció las hand-bikes (bicis que se impulsan con las manos) y a Silvia Rey, su enérgica compañera,la piloto, que se despide del centro envuelta en una bandera de Vigo porque Javi se la pidió al alcalde, y fue correspondido.

Entre ambos corretean y hacen pruebas el resto de ciclistas: Iván, Jony... O aguardan pacientemente otros como Suso Valverde, moañés, 55 años, y tercero en el último campeonato de España de remo adaptado. El deporte está adosado a su vida, ya desde antes de tener un accidente laboral que le generó una lesión medular, pero no le cercenó las ganas. Ni mucho menos. "La manera de superarme siempre fue con el deporte. Es superación, es lucha, sufrimiento y es una batalla que tenemos que librar contra nuestras adversidades", recalca. Pese a los obstáculos, "la vida sigue": "Tengo que pensar lo que puedo hacer a partir de ahora y no en lo que hacía antes", confiesa, "ahora puedo no puedo hacer algunas, pero no son menos importantes".

Valverde, que dedica gestos de complicidad con sus compañeros justo antes de la partida, también aporta otra lección. Lo que hace él, señala, "quiere decir que todo es posible". "Mucha gente se queja por tonterías, 'es que me duele esto', 'aquello no lo puedo hacer', pero querer es poder. Decía mi abuela: rapas, f ai máis quen quere ca quen pode". Y su ejemplo habla solo.

Los miembros de Discamino preparan su gran reto // ALBA VILLAR

A él también le atrajo el ejemplo de la asociación de Pitillas, a quien no le gustan los focos pese a ser protagonista, en las últimas semanas, de una recepción en Zarzuela con la reina Letizia. Junto a él estuvo, Gerardo Fernández, sordociego y otro de los artífices de Discamino, que ha llevado a Santiago a más de 200 personas con capacidades distintas.

Ya sea en Roma, en la ruta del Cid o en esta vuelta peninsular, la logística también entraña particularidades. Pitillas explica que después de "pagar la novatada" algún año, ahora se escudriñan exhaustivamente los alojamientos y la accesibilidad de las instalaciones. "A pesar de que todo tiene que estar adaptado, no es cierto, te dicen que sí y luego hay tres escalones para ir al baño".

Ya está todo listo en los sótanos de Apamp. Y Jorge Pino, uno de los pilotos, no puede contener la emoción al afrontar una nueva aventura. Él, con 68 años y patrón de remolcadores jubilado, que lo ha visto todo en el mar. "El sacrificio que haces ahí no es nada comparado a lo que ellos tienen que luchar todos los días", zanja.

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