Primero fue la Plaza de Compostela y García Olloqui; luego Luis Taboada y ahora Carral y Victoria. Son los viales donde los adoquines se convirtieron en un problema, tanto para las arcas municipales por las continuas reparaciones, como para los vecinos, obligados a soportar ruidos y vibraciones en sus viviendas. Carral y Victoria son dos de los últimos viales en los que ha intervenido el Concello y cuya obra está a punto de finalizar, por lo que se podrán reabrir al tráfico en cuestión de días. Los operarios ya las han asfaltado y solo faltarían obras menores. El Concello anunció que procederá a la eliminación de los polémicos adoquines en todas las calles de Vigo.