Todas las declaraciones realizadas desde hace varias semanas tanto por la presidenta de la gestora del PP, Corina Porro, como por el nuevo portavoz del grupo municipal, Alfonso Marnotes, apuntaban a una nueva estrategia frente al gobierno de Abel Caballero: abandonar la confrontación y apostar por el diálogo. Este cambio radical de estrategia se materializó ayer, cuando la formación popular anunció que abandona todos los procedimientos judiciales abiertos contra el gobierno local y especialmente, contra el alcalde. Esta renuncia a las denuncias presentadas obedece a la necesidad, según el PP, de "abrir un nuevo tiempo político" en el que resulta necesario "incrementar la participación democrática". "Los tribunales no son el camino apropiado", apuntan.

Concretamente, el PP aparca dos causas judiciales. Una de ellas es la demanda a Abel Caballero por ocultar información y que fue admitida a trámite por el juzgado. Entre la información no entregada, o remitida fuera del plazo legal, el PP destacaba temas como las analíticas sobre la calidad del agua, la prórroga del contrato de Aqualia, el alcance de las obras llevadas a cabo por el Concello en el estadio de Balaídos o el expediente sobre el accidente de O Marisquiño. Precisamente sobre el festival es otro de los procedimientos judiciales abiertos por los populares en los últimos meses, pues el Partido Popular local decidió presentarse como acusación particular en la causa abierta sobre el accidente.

La nueva dirección del PP vigués considera ahora que "la justicia es solo para casos excepcionales" y considera que para este tipo de situaciones, "existen otros cauces más adecuados". "Queremos incrementar la participación democrática en el Concello de Vigo, y esta es una muestra de ello", argumentan los populares.

Todo apunta, sin embargo, a que la Xunta no abandonará los frentes judiciales abiertos que tiene con el gobierno vigués, como el área metropolitana de Vigo.