La rehabilitación de la muralla de O Castro arrancará en otoño y durará cerca de siete meses. Fomento anunció ayer el cronograma que maneja para la recuperación de la fortificación, un proyecto que acaba de licitar por un importe de 835.200 euros. Como ya habían anunciado Gobierno y Concello, la obra la cofinanciarán ambas instituciones. La administración central aportará el 75% del importe total, lo que supondrá un desembolso de cerca de 626.400 euros; y la local el 25% restante, por lo que su aportación rondará los 208.800 euros.

Los trabajos se centrarán en la recuperación de la antigua fortaleza, su muralla, baluartes y accesos, deteriorados con el paso del tiempo. El proyecto que tiene sobre la mesa el Ministerio de Fomento incluye también la urbanización del recinto defensivo para potenciar el acceso norte a la fortaleza, mejorar la accesibilidad y permitir su integración en el paisaje urbano.

El proyecto se marca tres grandes líneas de trabajo: la conservación y recuperación de elementos propios de la fortaleza, la reorganización de la accesibilidad al monumento por la puerta norte y la mejora de su integración en el paisaje urbano, incluyendo iluminación y la reestructuración de la masa vegetal situada en el entorno. Desde Fomento recuerdan que el recinto amurallado está declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

La licitación de la reforma se publica después de que, en marzo, el alcalde, Abel Caballero, y el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, mantuviesen una entrevista durante la que se abordó el futuro de la fortaleza viguesa. En otoño de 2017 el Concello ya realizó sondeos arqueológicos, durante los que se acometieron cerca de medio centenar de catas. Según se trasladó entonces desde Praza do Rei, la reforma contempla eliminar añadidos posteriores a la muralla que carecen de valor histórico, reorganizar accesos, despejar el arbolado del entorno y también modernizar el sistema de alumbrado.

El documento recogía la demolición del almacén o taller de maestranzas construido en el siglo XX y adosado al recinto fortificado frente a la entrada norte, así como las almenas de inspiración medieval situadas sobre la puerta sur o la antena de telecomunicaciónes instalada sobre el tejado del polvorín. En el Baluarte del Couto se plantea también el derribo de casetas.