La mejora de la actual autovía o construcción de un nuevo vial alternativo es una vieja reclamación de conductores, instituciones y empresas de la comarca. Desde hace años la A-55 acumula una "leyenda negra" en el tramo comprendido entre Vigo y Porriño que se alimenta con su elevada tasa de accidentalidad. El último informe publicado por Fomento, con datos del quinquenio 2013-2017, muestra que el punto kilométrico 12 -la conocida como curva de Los Molinos- sumó 137 accidentes y 298 heridos entre 2012 y 2017. Solo en 2017 registró 66 lesionados y 35 siniestros, lo que lo convierte en el "punto negro" con más sucesos del país. Los anuarios publicados por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) también constatan desde hace años esa realidad.

Para atajar la elevada siniestralidad que padece la autovía, el Ministerio de Fomento activó a finales de 2015 una reforma del tramo con un presupuesto de 5,98 millones de euros. Aunque en un inicio se anunció que las obras durarían unos 14 meses acumularon un retraso considerable.