El cerco de la SGAE los negocios locales no cesa. Si en 2017 se contabilizaban a finales de año medio centenar de pleitos interpuestos por la Sociedad General de Autores y Editores, la cifra se ha incrementado de forma notable en la actualidad. Y es que en las dependencias del Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, entran una demanda cada dos días, o lo que es lo mismo, un total de 69 asuntos sobre propiedad intelectual desde enero. A estas hay que sumarle los procedimientos de esta naturaleza que están sin incoar. Si bien la cifra está todavía lejos de las registradas por su pleito estrella, que son las demandas interpuestas contra compañías aéreas que anualmente superan con creces el centenar, estos casos ya tiene hueco habitual en la sala de vistas.

Y es que la falta de acuerdo entre las partes deriva a juicio la gran mayoría de los casos registrados. ¿Quienes ocupan estos asientos en el banquillo? Desde dueños de bares, pubs, hoteles, comisiones de fiestas, gimnasios, peluquerías e incluso panaderías o pastelerías que ofrecen un servicio de cafetería. Todos los negocios que cuenten con música o un televisor no escapan al control de la entidad. Recientemente, la Entidad Menor de Bembrive fue condenada al pago de 14.600 euros a la SGAE por las cuotas correspondientes a las fiestas de 2013 y 2015, eximiéndoles de las costas procesales al entender que no existió "mala fe".

La sala Mercantil es la competente en materia de propiedad intelectual e industrial y además de pleitos de SGAE también registran de otras entidades, como AGEDI, AIE o CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos). Éste último organismo presentó este año tan solo cuatro casos, cifra completamente contraria a las de la Sociedad General de Autores y Editores.

Propiedad industrial

Otra materia que compete a la sala es la relativa a propiedad industrial, que engloba litigios relativos al derecho de marcas, patentes o modelos de utilidad. La sala destaca que se trata de una materia "muy específica" cuyos casos son "contados". Y es que desde que se ha creado la sala, en el año 2009, se han contabilizado tan solo seis casos. Entre ellos destacan uno relativo al sector textil al interponer una demanda una firma de moda infantil de Holanda contra una tienda de Vigo por comercializar su marca y emplearla incluso en folletos en el local y también a través de redes sociales; y otro en materia de sostenibilidad, concretamente sobre la patente relativa a una caldera de biomasa.

Las demandas por competencia desleal también se engloban en este grueso del trabajo en la sala viguesa. Entre ellos destacan los relativos a la sustracción de la cartera de clientes de una empresa: cuando el personal es despedido o cambia de entidad, se lleva consigo los clientes con los que había trabajado y contacta con ellos.