El Banco de Sangre del Cunqueiro acaba de estrenar instalaciones. Con una obra de 161.084 euros, se han duplicado y rozan los 145 m² con una distribución más diáfana y lógica que mejora organización del trabajo y la importante comunicación entre profesionales de un área que gestiona urgencias y extremas urgencias.

Además, recupera la sala con la que pueden realizar tratamientos a pacientes sin necesidad de ingresar y que perdió con el traslado desde el Xeral. Es la sala de aféresis, la técnica que separa los componentes de la sangre. Su proceso más importante es la recogida de células para trasplante de médula sin tener que hospitalizar al paciente o al familiar que dona. El año pasado se hicieron 55 trasplantes autológos -autotrasplantes- y 10 alogénicos. Lleva unas 5 horas y ahora hay 3 puestos para ello. También se hacen otros tratamientos -unos 150- de fotoféresis -inmunoterapia- y plasmaféresis -para enfermedades autoinmunes y raras-. Sus indicaciones no dejan de crecer y, con la nueva sala, su uso por nuevas indicaciones"podría subir exponencialmente".

Las obras también permiten reubicar el laboratorio de coagulación especial y un espacio físico separado para neveras y congeladores, para un mejor control de temperatura de las mismas y evita al personal el calor y la contaminación acústica que desprendían