Convertido ya en el alcalde más votado de una gran ciudad en democracia y en referente del municipalismo, Abel Caballero inicia su cuarto mandato con el reto de que Vigo obtenga el protagonismo que se merece en Galicia y en España y con la "mano tendida" a los concellos del área para "cooperar" e incluso al presidente de la Xunta, eso sí, "siempre que trate bien" a la ciudad.
- 101.000 votos, casi el 70%, el alcalde urbano más votado de la democracia? Se ha puesto el listón muy alto. ¿Qué será lo siguiente?
-Lo siguiente es usar todo esto para Vigo. De lo que se trata es de poner en valor lo que ha sucedido, nuestro prestigio en España y casi que en Europa, para seguir adelante con el "proyecto Vigo", para que no se nos resista nada. Es el objetivo ya.
- ¿La clave del éxito?
-La clave del éxito es un proyecto compartido. Un proyecto al que se incorporó toda la ciudad. Incluimos a todo el mundo. Acuérdese que arrancamos con el 29% del voto. El secreto consistió en ir atrayendo gente al proyecto, conocer su opinión, incluirla y gobernar para todos los sectores, sin que nadie se sintiese excluido. Y haber acertado con lo que Vigo quería, las humanizaciones, el deporte, el orgullo y la defensa de Vigo, del aeropuerto? Marchando conjuntamente Gobierno y ciudad. Esa fue la clave.
- ¿Es momento de exigir a la Xunta y al Gobierno central un nuevo estatus para la ciudad?
-Sin ninguna duda. Es el momento de que Vigo sea reconocido como lo que es: una ciudad singular en España y la primera ciudad de Galicia a gran distancia de la siguiente. La vez anterior habíamos hecho el área metropolitana y Feijóo la reventó. Ya veremos cómo la planteamos ahora. En este momento toda la atención de España está puesta en Vigo, y nosotros queremos el reconocimiento que merecemos. Una gran ciudad en el aspecto económico, con nuestra propia idiosincrasia sociológica? Vigo exige reconocimiento no ya en el mapa político gallego, sino en el nacional. Nuestro objetivo ya es estar en España. Estar en la FEMP es importantísimo y por tanto, estaría encantado de seguir si el PSOE ganó la FEMP, que creo que sí. Reclamamos para Vigo una nueva forma de ser entendidos en España y en Galicia.
- La oposición habla de "dopaje" de obras en la recta final del 26-M.
-Sí, llevamos con dopaje de obras doce años. Doce años de obras sin parar, sí. Quiero decirles a la oposición que todavía no se han enterado. Se trata de eso, se trata de hacer obras, proyectos? De trabajar. Marea no se enteró todavía, y así le pasó lo que le pasó. Y el PP tampoco se ha enterado. Se lo advertí. Llevo cuatro años advirtiéndoles de que la ciudad les iba a pasar factura por estar en contra de la propia ciudad. Y así ha sido. Se lo ganaron a pulso.
- Ha conseguido frenar a los nuevos partidos de la derecha y de la izquierda.
-En Vigo conseguimos cosas muy importantes. Primero, un proyecto colectivo de toda la ciudad, y segundo, parar a la extrema derecha. No existe. También hemos frenado cualquier intento de que Podemos y las mareas encontrasen espacio. Y el Bloque queda en una posición muy supeditada. Lo digo con todos los respetos. Y el PP tiene que replantearse su acción en la ciudad. Todos ellos. Vigo reclama protagonismo para Vigo. Y todo aquel que no lo entienda está condenado a tener estos desastres político-electorales.
- Decía en la campaña que con la Diputación, Zona Franca y el Gobierno de Sánchez apoyando, Vigo no tiene límites.
-Pasó algo extraordinario. Con este resultado único en Vigo estamos al borde de la mayoría absoluta en la Diputación, con trece diputados provinciales, y por tanto, Carmela [Silva] gobernará con mucha comodidad y podrá hacer un planteamiento más autónomo. Zona Franca es el segundo apoyo clave, pero en general todo el Gobierno de España. He recibido felicitaciones de todo el mundo. El apoyo de Vigo es inconmensurable. Y eso se tiene que traducir en todo. En apoyo para seguir adelante con la modernización del Vigo Vertical, las humanizaciones, el tren de alta velocidad, el aeropuerto? En hacer todos los grandes accesos a Vigo, en acabar Balaídos. Y a gran velocidad. Nunca Vigo estuvo en una situación así. Sobre todo siendo el centro de la atención. Cualquier cosa que Vigo pida o plantee ahora dentro de la lógica todo el mundo nos va a atender, unos porque nos quieren y otros, porque nos temen, como la Xunta.
- ¿Qué es lo prioritario en esta nueva etapa?
-Seguiremos igual. La ciudad, lo que nos acaba de decir, es que sigamos igual. Hablando con ellos, haciendo progresos. Lo que ocurre es que ahora vamos a ir mucho más rápido. Hay que añadir las grandes novedades. Esta experiencia única de la plaza de América va a pasar en más lugares de Vigo. Ahora ves calles al nivel europeo más amplio que uno pueda imaginar. Los ascensores, las medianeras, los nuevos pabellones deportivos, el campo de fútbol del Celta?
- ¿Puede adelantarnos ya algo del nuevo gobierno? Le sobran concejales.
--No, no. El Gobierno quiero pensarlo, darle vueltas y hacerlo bien. Pero será un Gobierno heredero del actual. Tenemos elementos comunes que compartimos. La transición será tranquila y suave pero le quiero dar vueltas para hacer un gran Gobierno. Fíjese qué lista hicimos: dos ministros con gran experiencia política, la presidenta de la Diputación, una exconselleira, un exportavoz del PSOE en el Parlamento de Galicia?
- Al menos podrá decirme quién pilotará esa nueva área centrada en las empresas y la economía.
-No, del Gobierno ya hablaremos.
- Antes citaba la ley del área metropolitana. ¿Saldrá en este mandato?
-Bueno, Feijóo la tiene paralizada en los tribunales. Se encargó de parar el área metropolitana. Vamos a ver cómo quedan los ayuntamientos del área y cuáles son las opiniones de todos los alcaldes y alcaldesas. Pero Vigo habló. Y censuró muy en serio el planteamiento de Feijóo. Yo no hago planteamientos políticos de partidos. Lo que Vigo le dijo a Feijóo nada tiene que ver con partidos. Tiene que ver con Feijóo y la desatención a la ciudad. Pero Vigo le dio un mensaje muy claro y contundente que debería leer. Tiene que cambiar la actitud, la forma en la que trata a esta ciudad. Tienen cuatro concejales. Hace cinco años, trece.
- ¿Tiende la mano a la Xunta para una nueva etapa de diálogo?
-Yo no tengo adversarios; mis adversarios son los que tratan mal a mi ciudad. Si Feijóo trata bien a Vigo yo estaré encantado y le pondré alfombra roja, pero la experiencia demuestra que nos engañó ya muchas veces.
"Sánchez aprecia lo que sucede aquí porque es un fenómeno que trasciende a la ciudad"
- Su victoria de ayer, ¿cambia algo la posición del Concello sobre las consecuencias del accidente de O Marisquiño?
-Ya lo planteé. El Puerto tiene que ponerse rápidamente manos a la obra para reconstruir la zona. Y hay una propuesta de Zona Franca, que se haría cargo de todo. Quiero que esto se arregle. No va a quedar el muelle tirado porque hubo un error importante desde el propio Puerto con esa zona. No lo voy a tolerar.
- ¿Cómo valora los resultados más allá de Vigo?
-Los resultados son bastante buenos. En Baiona hay un cambio, las mayorías absolutas de Nigrán y Gondomar, lo que sucede en Redondela, donde el PSOE está fuerte? Los valoro bien. Entramos en una etapa con mayor posibilidad de acuerdo, y evitando lo que Feijóo quiere hacer, que es que Vigo pague los costes de todo y de todos. Esto se tiene que acabar, tiene que cambiar la actitud. Y seguramente seremos capaces, si Feijóo no interviene, de llegar a acuerdos. Habrá más diálogo entre los ayuntamientos de la zona para cooperar, haya área metropolitana o no. Pero cada uno en su sitio y haciéndose cargo de la parte que le corresponde. Tiendo la mano a todos los concellos para la cooperación, por supuesto que sí.
- En un año hay autonómicas, ¿qué futuro le augura a Feijóo?
-No me gusta hacer vaticinios electorales. Yo siempre le pedí el voto a todo el mundo sabiendo que muchos de los que me votan son votantes de otros partidos. Pero creo que Feijóo tiene que cambiar su actitud con esta ciudad.
- ¿Qué le pedirá a Sánchez?
-[Risas] Ya se lo pedí todo. Simplemente voy a constatar con él el gran apoyo que tuvo en elecciones generales y en las municipales. Sé que él aprecia mucho lo que sucede en Vigo porque es un fenómeno que trasciende a la ciudad, que está en el ámbito de España, y déjeme que lo diga, estará en el ámbito de Europa porque nunca había pasado algo así en ningún ayuntamiento con sistemas proporcionales. Nunca en la democracia. El 67,6% del voto es un apoyo inconmensurable que yo agradezco.
