Tener el carné de conducir retirado es ya de por sí sinónimo de haber cometido una o varias temeridades al volante. Pero si una persona se pone de nuevo a los mandos de un vehículo tras haber perdido el permiso, además de sumar una temeridad mayor, incurre en un delito contra la seguridad vial que está penado con hasta dos años de prisión. Pero este castigo de cárcel parece que no es suficiente para amedrentar a muchos conductores. Solo en Vigo, la Policía Local sorprendió el año pasado a 152 pilotos conduciendo por las calles de la ciudad olívica tras haberse quedado sin todos los puntos o teniendo la licencia retirada por orden judicial. Lo más grave es que este tipo de denuncias, lejos de disminuir, aumenta de forma constante desde al menos 2012, cuando solo se habían registrado 38 casos. A día de hoy la cifra se ha multiplicado por cuatro.
Fuentes policiales aseguran que entre los conductores sorprendidos sin carné hay un importante número de reincidentes. Además, explican el incremento de las denuncias por el aumento del número de personas que van perdiendo todos los puntos y el rechazo de muchas de ellas a someterse a los cursos de sensibilización y reeducación vial y a la posterior prueba de conocimientos. Esta vuelta a los pupitres de la autoescuela tiene además un coste que ronda los 400 euros, pero es indispensable pasar por ella si se quiere recuperar el carné de conducir. De lo contrario, el infractor puede acabar en la cárcel.
La última palabra en estos casos la tiene el juez. El artículo 384 del Código Penal contempla para los conductores sorprendidos circulando sin permiso una pena de prisión de entre seis meses y dos años; una multa de entre 12 y 24 meses o trabajos en beneficio de la comunidad que pueden ir de 31 a 90 días.
El repunte de estas denuncias no es un caso particular de Vigo. De hecho, la provincia de Pontevedra es actualmente la cuarta de España en número de investigados por delitos contra la seguridad vial, según los últimos datos del Ministerio de Interior.
Pero el mayor número de delitos al volante que localiza la Policía Local no son por conducir sin permiso, sino por superar la tasa de alcohol. Para que la infracción sea tramitada por la vía penal, el piloto debe arrojar un resultado en aire espirado superior a 0,60 mg/l. En 2018 fueron 224 las personas que acabaron en un juicio rápido por este motivo. Otras 13 lo hicieron por haber superado en 60 km/h la velocidad permitida en vía urbana o en 80 km/h en interurbana. En estos dos últimos casos, además de pena de cárcel, se puede perder el carné por un periodo de entre 1 y 4 años.
