Hasta 2012 una de las primeras imágenes que se encontraban los visitantes que acudían a la sede del Náutico, en As Avenidas, era la impresionante vidriera de su cúpula. La pieza destacaba por la rosa de los vientos que lucía en el centro y su intenso colorido, en el que destacaban as tonalidades rojizas, ocres y verdes. El vitral bañaba de luz las escaleras del edificio hasta hace poco más de siete años. A primera hora de la tarde del 20 de marzo de 2012 la cúpula se vino abajo debido a un fallo estructural y arrastró en su caída la estructura y los vidrios. Poco antes los responsables del club habían desalojado a una quincena de personas, lo que permitió que el suceso se saldase solo con daños materiales.

A pesar de su valor simbólico, la salud financiera del club le impidió reponer la pieza en lo alto de la cúpula. Solo un año después, en marzo de 2013, la sociedad se declaraba en preconcurso de acreedores para renegociar una deuda de 4,5 millones. La directiva presidida por Rafael Tapias ha decidido ahora solicitar permiso a Patrimonio y Concello para restaurar la emblemática vidriera. La sociedad tiene ya sobre la mesa un proyecto y estima que el coste de la actuación rondará los 70.000 euros.