"Tengo la mayor esperanza en que llegue a término, lo están estudiando". El alcalde aseguró ayer que las gestiones por parte del Gobierno para conceder la "excepcionalidad" al proyecto de conexión de Vigo a la red de Muy Alta Tensión (MAT) que atraviesa Porriño (la línea Pazos-Atios), solicitada por PSA para reducir sus costes y mejorar la fiabilidad del servicio, siguen su curso. "No hay enfriamiento, lo están estudiando", apostilló.

Caballero replicaba así al director de Operación de Red Eléctrica de España (REE), Miguel Duvison, que en declaraciones a FARO afirmó que "no le consta esa excepcionalidad por el momento". El alcalde recordó que el proyecto necesita de una "exención" por parte del Gobierno ya que la potencia que alcanza PSA (27 MW) es muy inferior a la exigida (50 MW) para ampliar la red de 220 kilovoltios (kV), por lo que es una actuación que "debe estudiarse". El proyecto aparece reflejado en cambio en el programa plurianual de REE para el periodo 2015-2020. El enganche, valorado en 70 millones de euros y que supondría la construcción de una nueva subestación Balaídos, permitiría a PSA abaratar su factura eléctrica pero sobre todo evitaría los huecos de tensión en la red, causantes de hasta 60 incidencias al año en la factoría (provocan problemas en hardware y software y llegan a paralizar la actividad en Balaídos, con las consecuentes pérdidas).

Caballero explicó que ese tipo de exenciones "las pagan otros consumidores", por lo que es "razonable" que la administración tenga que "estudiarlo". Y recalcó que "la primera vez" que se ha planteado esta cuestión al Gobierno ha sido hace un mes, cuando él mismo habló con el secretario de Estado de Energía y el presidente y el director general de REE. El regidor criticó que ni el Gobierno de Feijóo ni el de Rajoy habían abordado la cuestión de la "excepcionalidad", aunque el proyecto ya está recogido en la planificación de REE y el presidente gallego declaró recientemente que trató el tema en su primera reunión con la ministra de Transición Ecológica.

El alcalde insistió en que reclama para PSA-Vigo el mismo trato que tuvo la factoría de Opel en Zaragoza, a la que también se le aplicó la "excepcionalidad" para engancharse a la red de 220 kV. La viguesa es además la única gran ciudad española sin conexión a 220 kV.