Desde colegios de Enseñanza Secundaria a Institutos de Formación Profesional o de Bachillerato y hasta universidades han encontrado en el Puerto de Vigo una atractiva aula didáctica para mostrar a sus alumnos la aplicación práctica de algunos de los conocimientos impartidos en clase. Desde que hace un año, cuando la Autoridad Portuaria potenció las visitas a sus instalaciones para extenderlas a un espectro de público que hasta entonces se limitaba a colectivos profesionales e institucionales, ya rondan 4.000 los participantes en estos recorridos guiados. Ante el aluvión de solicitudes de centros formativos y de enseñanza, Praza da Estrela desahoga la lista de espera al ritmo de hasta tres "tours" por semana.
Estas "excursiones" gratuitas de poco más de dos horas de duración se realizan a bordo de un autobús que las desplaza por las zonas de mayor relevancia del entramado portuario. Arrancan en la terminal de vehículos de Bouzas, continúan en el puerto pesquero, siguen por las dársenas comerciales de Areal y acaban pasadas las 11.30 horas cerca de la terminal de contenedores de Guixar.
De todas las paradas, la que se adentra por el interior de O Berbés genera la mayor expectación por el formidable tamaño de especies como el pez espada que todavía permanecen en las lonjas ya avanzada la mañana. "Cuando llegan ya poco queda por ver. Alucinarían si vinieran de madrugada", anotan desde el Puerto. Después del recinto pesquero, el otro ámbito sorprendente para los estudiantes es la terminal Ro-Ro de Bouzas, una de las zonas de jurisdicción portuaria, junto al muelle de las grúas de Termavi, de acceso más restringido. "Esta visita les permite descubrir el mayor parking de vehículos al aire libre que existe en Galicia", como presumen desde la institución.
En el departamento de Praza da Estrela encargado de la gestión de estas visitas atribuyen a la mejora en su organización y una mayor claridad en el procedimiento por internet para solicitarlas el inusitado aumento de la demanda. Así lo confirman el primer balance pormenorizado sobre la afluencia el año pasado. Se cerró con 3.383 visitantes en los 112 grupos fletados entre los integrados por instituciones y centros educativos. En esta relación faltaría por contabilizar los recibidos en el arranque de este año, aunque de la cifra que estos podrían representar, y en la que basan la estimación de que se aproxima a los 4.000, da una idea la siguiente afirmación: "De media tenemos dos visitas por semana, y a veces, tres".
El desglose de esta primera estadística revela esa mayoritaria presencia de tours procedentes del ámbito formativo: 80 frente a 32 fletados por las instituciones. Esto no solo llama la atención a sus organizadores, más especialmente a quienes trabajan día a día en ciertos muelles. Por ejemplo en los de O Berbés, donde los usuarios están más habituados a ver grupos de chinos que a estudiantes de un instituto de Vigo.
Otro dato de esta estadística revela el inicio de una tendencia de beneficios turísticos para la ciudad por estas visitas formativas. Cuatro procedían de otras partes de España por lo que estos alumnos y sus monitores tuvieron necesariamente que pernoctar y comer en Vigo. Pertenecían al Ciclo Formativo de Grado Superior de Transporte y Logística de Comercio Internacional de León; del Máster Internacional en Gestión Pesquera Universitaria de Alicante; de la Facultad de Geografía de la Universidad de Baleares; de otro ciclo de especialización del Colegio Inmaculada de Ponferrada. Y una incluso del otro extremo de Europa, del Instituto Comercial de Dinamarca.
La profesora del IES A Guía, Noela Martínez, se embarcó esta semana en un "tour portuario" con 40 alumnos de varios ciclos de la especialidad de Comercio. Por su experiencia no le extraña la elevada demanda de estos recorridos guiados. Aparte de descubrir un entramado marítimo desconocido por completo, como principal conclusión destaca: "Sabiendo cómo funciona te das cuenta de su influencia en la ciudad, de su importancia como motor de la economía local".
