Alexandra es un barrio de Johannesburgo (Sudáfrica) creado en la época del apartheid, rodeado de alambradas para separar las razas. Allí vivió e inició su carrera política Mandela. Hoy ya no está vallado, pero sigue siendo un foco de pobreza y marginalidad. La mayoría de las familias viven hacinadas en chabolas sin infraestructuras tan básicas como luz o agua. Sus niñas y chicas tienen sueños, pero no se plantean poder alcanzarlos y son candidatas a sumarse a las altas cifras de delincuencia, prostitución y consumo de drogas del suburbio. Desde 2012, la ONG Komati Foundation trabaja con ellas para animarlas a estudiar para "crecer como mujeres con dignidad". Así lo explica Ozo Ibeziako, la médica de familia que ha creado este proyecto -"Art of Living"- y por el que ha recibido el premio Harambee 2019 a la Promoción e Igualdad de la Mujer africana.

Esta nigeriana, que lleva 20 años trabajando en hospitales de Sudáfrica y es profesora en la Universidad de Pretoria, estuvo ayer en Vigo para ofrecer a sus colegas gallegos la conferencia "Marginalidad y salud. La mujer como motor del cambio". Defiende que "si educas a la mujer, educas a toda la nación". "Lo hemos visto en la historia del país, ellas estaban delante, luchando por el cambio", cuenta y destaca su fortaleza, constancia y perseverancia. "Las mujeres tenemos potencia para cambiar la situación", subraya.

Explica que con el proyecto "Art Living" han llegado a más de medio millar de madres e hijas, gracias a un centenar de voluntarios. Ya han inscrito a sus primeras jóvenes en universidades de prestigio. "Les damos herramientas para que salgan poco a poco de ese círculo de pobreza, las empoderamos", explica y aclara que "lo primero es cambiar su forma de pensar". Mujeres que acabaron sus carreras comparten su experiencia para que las jóvenes se animen y estimulan su interés por la educación con actividades y visitas. También trabajan con las figuras femeninas de las familias para que arraigue y, en algunos casos, otras más acomodadas adoptan a menores para que puedan estudiar. El Gobierno cubre la educación escolar y las empresas dan becas para que puedan continuar en la universidad. "Después de la experiencia de discriminación, estamos todos a una para sacar el país de la discriminación".