El desplome de la lonja de Canido el pasado miércoles ha generado controversia entre las partes implicadas. Mientras la Cofradía de Vigo defiende que realizó las advertencias sobre el estado de la edificación, Portos de Galicia asegura "no tener constancia" de las mismas. El presidente del ente autonómico, José Juan Durán, remarcó ayer en su visita a la parroquia viguesa que "si fuésemos conscientes de alguna deficiencia en su estructura actuaríamos, pero nadie pensaba que pudiese pasar una circunstancia como esta", reiteró Durán tras confirmar que este edificio había pasado en el año 2012 la Inspección Técnica de Edificios (ITE) que realiza el Concello con un informe "favorable".

Técnicos autonómicos trabajaban ayer en el edificio para determinar las causas del desplome. La cubierta que se vino abajo este pasado miércoles afectó a la zona de subastas, dejando sin uso también las oficinas y vestuarios colindantes así como una cámara frigorífica. Las obras de reconstrucción no podrán arrancar hasta determinarse las causas y estas prevén alargarse. Tanto es así, que la Cofradía de Pescadores San Francisco de Vigo podría solicitar a la Consellería un punto de venta alternativo de pescado para evitar desplazamientos obligatorios al puerto de O Berbés.

Desde la Cofradía sí valoran esta posibilidad, pero con matices. Y es que consideran que la falta de espacio en el entorno portuario dificultaría el emplazamiento de un nuevo punto de venta, por ello abogan una reformulación del espacio. "Podría abandonar el concepto de lonja clásica y acaparar nuevas actividades; promover un nuevo uso", defendía su patrón mayor Iago Soto. El vigués deja abierta esta posibilidad una vez se cumplan con dos requisitos invariables: conocer el informe técnico sobre el derrumbe y garantizar los servicios básicos de los trabajadores, en particular los vestuarios.

Para ello profesionales técnicos de Portos, ingenieros de Caminos y responsables de infraestructuras se trasladaron desde el momento del derrumbe a analizar las causas del mismo. Para ello, José Juan Durán anunció también la contratación de profesionales del Colegio de Arquitectos de Pontevedra para un peritaje que refuerce el planteamiento del personal que trabaja en ello. Este peritaje podría ampliarse a toda la superficie de la lonja para conocer su estado porque a pesar de haber recibido un informe favorable de la última ITE parte del tejado se vino abajo. Así lo aseguró Durán en su comparecencia, quien reiteró además que este informe de viabilidad tiene una vigencia hasta el año 2022.

El presidente de Portos hizo alusión a las "condiciones climáticas" de las última semanas como un posible desencadenante del derrumbe aunque sí manifestó que se desconoce con exactitud si fue esto unido aúna fallo estructural o e mantenimiento lo que provocó el desplome de la cubierta de la lonja. El alcalde vigués Abel Caballero también valoró esta situación, a la que valoró como de "la mayor gravedad". "Ayer -por el miércoles- solicitamos medidas urgentes a la Xunta. En lo que se hundió se hacía venta directa a clientes y sabemos que la cofradía lo había advertido Felizmente no pasó nada" , concluyó.