Transcurrido un cuarto de siglo desde su ejecución e implicado como está el Consorcio de la Zona Franca con la construcción de recintos industriales eficientes y cómodos para los trabajadores, era ya la hora de acometer una importante remodelación del polígono de Bouzas. Y se hará apostando por una mejora de las instalaciones energéticas, un refuerzo de la seguridad y que sirva además para modernizar por completo su estética renovando los 1.700 metros de verja que lo separan de la VG-20 y los terrenos portuarios. La Gerencia de Urbanismo acaba de aprobar la licencia de obra solicitada por los servicios técnicos de Zona Franca para acometer una reforma presupuestada en casi 4 millones de euros y un plazo de ejecución de ocho meses.
El delegado estatal, David Regades, anunciaba ayer que, como ya puede comprobarse en la plataforma de contratación estatal, el proyecto está adjudicado a la firma Extraco Construccións e Proxectos, que ha ofertado una rebaja en los tiempos y ejecutará la obra por 3.102.151 euros más 651.451 de IVA. Compitieron por el contrato una docena de grandes constructoras del país, pero finalmente la firma ourensana será la responsable de la actuación con la que el Consorcio quiere "acercarse a la ciudad" y ratificar su compromiso con el medio ambiente apostando por senderos de iluminación inteligente. Esto permitirá que la mayoría de los 200.000 m2 del parque permanezca a oscuras durante la noche y solo se iluminen los viales al tiempo que pasan los vehículos que lo necesiten.
La bajada del interruptor en este inmenso espacio constituye una de las medidas estrella del plan que transformará la estética del polígono bajo los parámetros de Breeam, la certificación de construcción sostenible líder a nivel mundial y que apuesta por el Led para ahorrar energía. "Vamos a convertir Bouzas en un centro de trabajo mucho más moderno que acerque la institución a la ciudad y que permita a los trabajadores sustituir el vehículo particular, por ejemplo, por bicicletas", valoraba ayer Regades, que confirma el "inmediato" arranque de los trabajos que, de cumplirse el calendario, estarán listos para el próximo otoño.
También el alcalde se refirió a esta importante licencia destacando que "sigue la reactivación del urbanismo en Vigo" en alusión a la mejora funcional y estética que vivirá el polígono y que se acompaña de muchas otras obras en marcha por todo el municipio.
La licencia firmada el día 23 de enero incluye además de la mejora de la iluminación y un carril bici interior la renovación de todo el cierre perimetral de dos metros de altura por una nueva verja de diseño moderno ejecutado con perfiles metálicos, la ejecución de muros de contención y rampa de accesos al sótano del edificio administrativo, otra rampa de acceso peatonal para bicicletas al sur del polígono y la construcción de un nuevo puesto de control de 44 m2 desde el que se controlará todo el recinto gracias a las cámaras de vigilancia.
El proyecto también prevé la pavimentación de todos los viales, nuevas redes de abastecimiento de agua y recogida de pluviales, nueva señalización y zonas verdes para humanizar el entorno. "Siguiendo el modelo municipal, tenemos que seguir potenciando la actividad económica al tiempo que se crean lugares de trabajo agradables y más humanos", defendió Regades siguiendo la filosofía de un proyecto que apuesta por convertir el recinto de Bouzas en un ejemplo de sostenibilidad capaz de ahorrar energía, minimizar residuos y evitar contaminación a la atmósfera, el agua y el suelo.
En el polígono hay 31 empresas instaladas que emplean a más de 700 trabajadores y facturan 55 millones de euros, además de la propia sede de Zona Franca, que planea dejar estas instalaciones para actividad puramente económica con el traslado de su sede institucional al antiguo Rectorado de Areal. Hay acuerdo con el Concello para comprar el inmueble y un anexo por 5,6 millones de euros. Es necesario un cambio en la catalogación de la propiedad que arrancó en el último Pleno y el expediente está en exposición pública hasta mediados de febrero. Una vez contestadas las alegaciones se materializaría la venta que supondrá el traslado al centro de los 55 empleados del Consorcio.
