La demanda de vivienda protegida experimenta importantes cambios a nivel autonómico. Tras diez años de continuo retroceso motivado por la ausencia de promociones de nueva construcción y una fuerte crisis hipotecaria, el volumen de gallegos interesados en acceder a una vivienda a precio tasado se incrementó un 15% en toda Galicia en los últimos once meses. Y el cambio de tendencia es todavía más acusado en ciudades como Vigo, donde la falta de stock de vivienda nueva y el elevado precio de los alquileres en el mercado libre parece haber empujado en un año a alrededor de 700 personas más al Rexistro de Demandantes de Vivenda de la Xunta que se encarga de evaluar las necesidades en cada uno de los municipios.
En febrero de 2018 los datos de la primera urbe gallega tocaban fondo y marcaban un mínimo histórico con apenas 3.727 personas registradas como aspirantes para acceder a un piso de protección, reservados para familias con capacidad de financiación o de abonar una renta mensual pero con ingresos limitados para acceder a un buen hogar en el mercado libre. Desde entonces, el panorama inmobiliario ha cambiado. Los precios de los arrendamientos se han disparado al tiempo que la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda ponía en marcha la construcción de las dos primeras promociones públicas de la ciudad desde que se consolidó el polígono de Navia hace más de una década. La perspectiva de acceder a estas dos nuevas urbanizaciones en Ignacio Groba, donde están proyectados 36 pisos, y en la calle Chantada, donde se habilitarán otros 26, parece haber animado a más vigueses a inscribirse en el registro autonómico, entre cuyos miembros se sortean los inmuebles gestionados por la administración.
Entre la primera semana de febrero de 2018 y el día de ayer, el volumen de demandantes anotados en la ciudad de Vigo ascendió un 19,3% hasta alcanzar los 4.449 expedientes. Se trata de la subida más acusada de las siete urbes gallegas, que concentran tres de cada cuatro solicitudes a nivel autonómico. Lo que se mantiene invariable es el liderazgo de Vigo como el concello gallego con más aspirantes al concentrar un 33% exacto de todas las peticiones de vivienda pública casi duplicando las 2.310 solicitudes de A Coruña, que representan un 17% del total autonómico. Santiago, Lugo y Pontevedra se mueven cada una en torno al 6% con entre 700 y 800 peticiones y, en último lugar, se sitúan Ferrol y Ourense.
El mayor cambio experimentado en esta década que arrancó con casi diez mil demandantes de vivienda protegida en la urbe olívica y arranca el nuevo año con menos de la mitad, se produjo en la modalidad de contrato que buscan los ciudadanos. En un primer momento la mayoría de los expedientes se destinaban a la adquisición de inmuebles, pero en la actualidad solo uno de cada cinco solicitantes opta por la opción de compra, mientras que seis de cada diez está inscrito en las opciones de alquiler y el 18% restante se interesan por el alquiler con opción de compra. Las dificultades para acceder a un préstamo derivadas de la crisis económica explicaban hasta ahora el número cada vez menor de vecinos interesados en hacerse con un piso en propiedad, pero incluso ahora que la situación mejora y las nuevas promociones se destinarán totalmente o en su mayoría a la venta, sigue siendo mayor el grupo de expedientes destinados al alquiler en la ciudad de Vigo, circunstancia que se repite en el resto de urbes, con apenas un 16% de personas interesadas en comprar en A Coruña, un 20% en Santiago y un 4% en Pontevedra.
El grueso de la demanda se concentra en la modalidad de protección oficial de promoción pública al que responde la urbanización Cambeses de Vigo, donde la Xunta ejecuta directamente y adjudicará a través de un sorteo. Cuando la promoción es privada son las propias empresas las que se encargan de comercializar los pisos a un precio fijado entre todos los interesados que cumplen los requisitos de renta máximos que pone la normativa.
Aumenta el interés por el Casco Vello
- Vigo es la urbe gallega con más demanda y junto con Santiago aquella en la que se registra un mayor interés por la compra de inmuebles. Otra de sus características diferenciales es la demanda que genera su casco histórico con un total de 315 peticiones frente a las 256 de hace solo un año. El último edificio para el que el Consorcio del Casco Vello logró licencia de rehabilitación es el 16 de Abeleira Menéndez. Por estas mismas fechas firmó la adquisición de los números 29 y 31 de O Berbés y el 40 de Poboadores en una de las actuaciones más importantes acometidas por este organismo en los últimos ejercicios. La zona histórica de Lugo es la segunda con más demanda con un total de 220 personas interesadas en mudarse allí frente a los apenas 30 expedientes que registra Ourense para su zona vieja o los veinte de A Coruña.
