El futuro Centro de Excelencia de la Industria Marítima que Zona Franca -en colaboración con Asime- pondrá en marcha en el antiguo edificio Siemens de la ETEA ya tiene definidos los usos y servicios que prestará a las empresas del sector, y su objetivo: "Fortalecer el ecosistema industrial gallego vinculado al metal y al mar", según explicó ayer el delegado del Estado del Consorcio, David Regades, que visitó las instalaciones acompañado por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y los representantes de Asime Enrique Mallón y Rafael Outeiral. El Consorcio licitará la reforma del inmueble a finales de este semestre, con una inversión prevista de 2 millones de euros, a la que habrá que sumar el equipamiento, para el que Zona Franca buscará financiación europea.

El Consorcio y Asime anunciaron a finales del pasado octubre su colaboración para recuperar uno de los edificios más emblemáticos de la antigua Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada y convertirlo en un centro de excelencia en tecnologías de la industria vinculadas al mar, y desde entonces se ha trabajado en el diseño del proyecto, prácticamente finalizado y al que ha tenido acceso este periódico. Grosso modo, los 2.000 metros cuadrados del Siemens se estructurarían en tres espacios diferenciados por subsectores (marítimo-offshore; metalmecánico, tecnologías de la producción avanzadas, logística y movilidad; y nuevos materiales y composites) en los que se abordarán doce tecnologías de referencia relacionadas con la Industria 4.0.

Regades matizó que no será un centro tecnológico, como el CTAG (automoción), Aimen (metal) o Gradiant (telecomunicaciones), sino un centro de exposición y prestación de servicios a las industrias vinculadas al mar que abordará también la formación de personal y el emprendimiento, y "complementario" al proyecto que se desarrollará en el edificio del Faraday, cedido ahora a la Universidad de Vigo para tareas de investigación y "universidad de verano", y sede del Campus del Mar. "Es un proyecto internacional que busca fortalecer el ecosistema industrial vinculado al metal y al mar, orientado no solo a las grandes empresas, sino también a las pymes y a las start-ups", aseguró. El delegado de la Zona Franca confía en que el complejo tenga la misma demanda que el World Car Center de Portanet, cuya superficie ya está prácticamente agotada meses antes de iniciarse de la obra.

La actividad del centro, según el proyecto elaborado por Asime y Zona Franca, tendrá tres ejes transversales (personas, procesos y productos) y estudiará el uso de tecnologías 4.0 en la industria marítima, como la realidad aumentada, la realidad virtual, las herramientas de diseño rápido online, diseño demostrativo no funcional, los modelos de simulación (que permiten importantes ahorros, tanto en tiempo como en materiales), la fabricación aditiva (impresión 3D) o el Smart Data, entre otras. En cuanto a producto, el complejo apoyará a las empresas a la hora de certificar y homologar desarrollos, fomentará la creación de start-ups, spin-offs y spin-outs, y servirá como centro de demostración. En este caso, su ubicación "privilegiada" al borde del mar permitirá que sea un "escaparate marítimo internacional" para la industria vinculada al sector.

Desde Asime, su secretario general, Enrique Mallón, valoraba también ayer la "convivencia" con la Universidad, sobre todo a la hora de optar a ayudas comunitarias. "Hemos visitado otros centros en diversos lugares de Europa y América y estamos seguros que éste será el centro de referencia de las nuevas tecnologías de producción y fabricación", señaló. Lo mismo opinó el alcaldevigués y presidente de la Zona Franca, Abel Caballero: "Estamos diseñando el centro tecnológico referente en Europa de todo el naval". El plazo máximo previsto para la puesta en marcha definitiva del proyecto es de tres años. El Consorcio licitará la reforma del edificio a finales de este semestre, con un presupuesto estimado de 2 millones de euros. Para el equipamiento, que podría rondar otros 2 millones, Zona Franca buscará financiación europea, al igual que con el WWC-Vigo.