El "Salón Dorado" fue objeto en 2017 de otras reparaciones para volver a su esplendor original y característico. Concretamente esta primera fase consistió en la reparación y pintado completo de las paredes -que cuentan con unas estampas orientales del papel pintado de muy del gusto de las chinerías del XVIII- y techos; limpieza de la lámpara de cristal, y restauración de las tres piezas mobiliarias principales: el gran espejo, de más de 2 metros de alto, la mesa consola que lo acompaña y la mesa central, ambas con tablero de mármol.

En la sala además de mobiliario también se encuentran obras pictóricas del Legado Policarpo Sanz destacando una pintura al óleo, sobre hoja de lata, de Goya: "La misa de Parida", también llamada de la Purificación.