Antonio Lores padece "una pequeña hipertensión". Antes se hacía mediciones esporádicas en farmacias o en su casa y, si le parecía un valor "preocupante", acudía a la consulta de su médica, en Pintor Colmeiro. Ahora, introduce cada semana o cada quince días todos estos datos en su historia clínica y es el equipo del centro de salud el que los controla. "A parte de ser cómodo, me da tranquilidad", explica.
En los dos meses que lleva en el programa, su enfermedad se ha comportado bien, así que en el apartado de "notificaciones" del programa no ha recibido más que comentarios de su centro de salud de que reciben sus datos y que lo está haciendo bien. Pero sabe que también valdría para que le pidieran que se pasara por allí o para un cambio en la medicación, si la estuviera tomando.
"Me pasaron un programa que instalé, me dieron un usuario y una clave, entré en la web de Telea, me tomo la tensión y se la paso por la aplicación", detalla. Para este técnico, la informática es un campo "cercano", pero cree que es un programa "sencillo" para cualquiera que sepa "encender el ordenador y conectarte a una web".
El enfermero de Val Miñor, Francisco Jesús Represas, vigila con Telea a tres pacientes desde su consulta. Explica que se trata de una "asistencia complementaria online". "Meten los datos, yo los veo y, si tienen algo alterado, les llamo", describe. Cuenta que a los pacientes que toman sintrom se les está facilitando básculas, tensiómetros y un monitor de autocontrol dotados de sistema bluetooth para que se vuelcan los datos en la historia de forma automática.
