La Federación de Peñas Recreativas El Olivo dispuso mil kilos más que el año pasado y, aún así, algunos se quedaron con las ganas de probarlo. Las alrededor de 2.500 personas que ayer se acercaron a disfrutar de la XII Fiesta del Mejillón, en el parque de Castrelos, agotaron las tres toneladas y media del exquisito molusco, preparado al vapor, en menos de tres horas.

Un centenar de voluntarios se afanaron en la preparación de la cita desde primera hora de la mañana para que todo estuviera a punto. Cerca del mediodía, los asistentes no dudaron en esperar largas colas para hacerse con su ración de mejillones o su trozo de empanada, mientras el grupo de folk "Vellos ventos" amenizaba la jornada.

El Olivo se plantea aumentar la cantidad de comida disponible el próximo año, tras el éxito de la cita, que crece año tras año. Su presidente, Camilo Pais, advierte, sin embargo, de la importancia del buen tiempo en el triunfo de una cita sin carpa y la dificultad de calcular la cantidad necesaria en un producto como el mejillón, que no se puede guardar si no se consume.

El momento más especial de la jornada llegó con la entrega del "mejillón de oro", con el que la federación distingue a aquellas entidades que colaboran a construir una mejor sociedad en la ciudad. En esta edición, se la entregó a la Asociación Galega San Francisco, de atención a personas con discapacidad intelectual y que, el año pasado, cumplió medio siglo. Recogió el galardón su presidente, Eladio Fernández, y uno de sus impulsores, el padre Carlos Ortiz, acompañados por una representación de usuarios, que tampoco quisieron perderse la cita.

En la entrega también estuvo presente el alcalde, Abel Caballero, que ayer cumplía 72 años y al que le cantaron el cumpleaños feliz, con charanga incluida.

Esta tradicional jornada gastronómica se enmarca en el programa de las Festas do Cristo de Vigo, aunque se distancia un poco en el calendario para evitar las mareas rojas y que el mejillón, el protagonista de la cita, esté en su mejor momento.