Cuando en julio de 1947, el Ministerio de Hacienda creaba en Vigo la tercera zona franca de España, tras Barcelona y Cádiz, destacaba que lo aconsejaban "los intereses económicos de España" porque su puerto reúne "las mejores condiciones en el norte de España". Así lo recordó ayer el delegado del Gobierno en España, Javier Losada, que destacó que este consorcio, "lejos de envejecer, siempre se ha caracterizado por su vitalidad". Lo atribuye a que, en sus siete décadas, "siempre ha mantenido su espíritu fundacional" de ser motor de Vigo, fuente de riqueza de Galicia y referente industrial y empresarial en España.

En esta "nueva etapa", sostiene que "toca pisar el acelerador, con seguridad y generando certidumbre, para afrontar los grandes retos del siglo XXI sin languidecer". "Debe ser la catapulta que relance a Galicia".

Se dirigió a David Regades para advertirle que "el reto es mayúsculo" pero destacó que tiene la "merecida" confianza del Gobierno de España para hacerlo y se mostró convencido de que su "contrastada experiencia en gestión" le permitirán "asumir con solvencia" el encargo. "Nunca pierdas el objetivo superior, crear empleo de calidad", le recomendó.