Solo en el barrio de Coia hay alrededor de un centenar de edificios que carecen de ascensor, según un estudio del arquitecto técnico Antonio Gómez Couto. Acabar con este problema de accesibilidad instalando un ascensor no siempre es fácil. A veces, no hay espacio disponible en las zonas comunes y es necesario robarle metros cuadrados a las viviendas. La nueva normativa ha abierto la puerta a otra posibilidad: instalarlos en el exterior. Los vecinos del portal 15 de la calle Salvaterra serán los primeros en la ciudad en aplicar esta opción.
En este edifico -con sótano, bajo y cuatro plantas- han optado por colocar el ascensor en la fachada trasera -que da a la calle Arbo- y que, por el desnivel del terreno, tiene una altura más que la principal. Crean ahí un segundo portal y ganan en comodidad al unir todas las plantas con el garaje -algo que por la parte delantera no sería posible- .
Este añadido a la fachada sale unos tres metros y medio. Se construirá ocupando una zona de jardín algo más grande, que es propiedad de la comunidad. Antonio Gómez Couto apunta que, aunque fuera de dominio público, la nueva legislación lo permite. La obra ronda los 120.000 euros, porque tendrá cerramiento de ladrillo, como el resto de la fachada. Si desearan que fuera panorámico, se encarecería otros 10.000 euros, según estima este arquitecto técnico. Informa que el proyecto está en fase de tramitación administrativa.
Su empresa ya ha empleado esta solución en numerosas ocasiones en Navarra y cuenta que en el ayuntamiento de Santiago también hay ejemplos de instalación de ascensor con ocupación de la vía pública en el barrio de Vista Alegre. En Vigo harán la primera obra, en el número 24 de la calle Moaña. En este caso, es posible una solución que ocupa menos espacio exterior y, por tanto, tiene menos impacto estético y menos coste. ¿Cómo? Instalando el ascensor en el hueco existente de las escaleras y sacando estas fuera, junto con el portal. En vez de los tres metros y medio de saliente que se necesita para un elevador por la fachada, serían alrededor de uno y medio.
En el caso de la calle Moaña sí afectará a la acera, pero defienden que es suficientemente ancha para no causar molestias. Los vecinos alegan que sus pisos, de 55 metros cuadrados, son muy pequeñas como para restarles espacio para un ascensor.
Coste y ayudas
Gómez Couto defiende que no solo es una opción viable para esos edificios que no cuentan con ascensor ni espacio interior para colocarlo, sino que además hay ayudas de varios organismos para llevarlas a cabo. Si una obra como la de la calle Moaña ronda los 100.000 euros, pueden deducirle unos 25.000 con la subvención de la Xunta para ascensores en edificios de menos de 8 pisos -más, si está en el Camino-. El Gobierno local ha reservado 100.000 euros en su segundo plan de ayudas a elevadores y rampas. Gómez Couto señala que "perdona de manera importante la licencia y concede a mayores 3.000 euros". También Fomento apoya obras en las zonas comunes para mejorar la accesibilidad, aunque este año aún no las ha convocado. "Podría quedar la obra en 34.000 euros", calcula.
