Cuando los riñones ya no cumplen su misión de depurar la sangre, ala espera de un trasplante, se utiliza una máquina para que asuma sus funciones. Es la hemodiálisis y los pacientes que necesitan este "riñón artificial" se conectan a él tres veces a la semana. Las enfermeras los recibían en el Álvaro Cunqueiro con hojas de papel con las indicaciones del tratamiento prescrito por su doctor, para programarlo en el monitor. Luego anotaban en gráficas los datos de control de cada sesión, para introducirlos luego en el ordenador y que el médico los pudiera revisar. Ahora, todo este proceso se ha digitalizado, ganado en seguridad y mejorando el control del tratamiento. Es la primera en Galicia y una de las pocas de España en contar con este sistema informático.
Cada uno de los más de cien pacientes que reciben tratamiento en el hospital tienen una tarjeta inteligente personalizada que almacena los datos específicos de su tratamiento. Al conectarla al monitor, este los registra y programa la terapia automáticamente. Durante ella, se comunica con la historia electrónica de hemodiálisis y va volcando la información de control en tiempo real. Esto no solo permite un ágil almacenamiento para el posterior análisis que realiza el médico, sino que posibilita el control durante la propia sesión y permite la intervención sobre el estado clínico del paciente para ajustar o modificar el tratamiento.
"Lo más significativo de este avance tecnológico es el aporte de una mayor seguridad en todo el proceso, ya que al pautar digitalmente el tratamiento se eliminan posibles errores en su transición y aplicación", destaca el jefe de Servicio de Nefrología, José María Lamas. También resalta que se elimina el tiempo que los profesionales dedicaban a esta captura de datos.
Este software controla tanto los tratamientos que reciben pacientes ambulatorios de lunes a sábado en consultas externas, como a los enfermos agudos en el hospital o los ingresados en UCI. Además, está conectado a la historia clínica general del Sergas -IANUS- al que exporta los datos de interés.
La digitalización y registro de datos resulta imprescindible para la explotación de la información que permita realizar controles de calidad, análisis predictivos, estudios clínicos e ir ajustando y personalizando los tratamientos.
