La investigación judicial abierta en octubre de 2016 contra el hermano José Donaire por la presunta comisión de abusos sexuales ya hace años a dos internos de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres de Teis ha tocado a su fin. Tras el auto de procesamiento dictado recientemente por el juez, ayer se celebró la denominada comparecencia indagatoria, en la que se le comunicaron oficialmente los delitos. De 80 años de edad y aquejado de problemas de salud, el hermano Donaire, que necesita silla de ruedas, llegó a los juzgados vigueses acompañado entre otras personas por su abogado. De forma previa a que se dicte el auto de conclusión de sumario, el tribunal ha requerido al procesado el pago de una fianza de 30.000 euros para asegurar las responsabilidades pecuniarias (multas y/o indemnizaciones) que pudieran imponérsele en caso de condena. Junto al juicio por esta causa, este hombre está también todavía pendiente de otra vista oral por presunta estafa a una mujer con demencia senil. Este último es el caso que precisamente, en abril de 2016, motivó su expulsión de la orden seglar a la que dedicó su vida, como director durante décadas del centro de Teis. En la actualidad reside en Mondariz.

El caso de los presuntos abusos se incoó en el Juzgado de Instrucción 4 de Vigo a raíz de una querella de la Fiscalía, que formuló denuncia tras recibir un escrito dirigido al organismo por Ramón Battle, comisario de la Pía Unión de Hermanos Misioneros de Enfermos Pobres bajo la Advocación de San Camilo y Santa Cruz, cargo para el que fue designado por el Arzobispado de Barcelona, de la que depende la Pía Unión a nivel nacional. Las presuntas víctimas de este caso de abusos son dos antiguos internos del centro de Teis con trastornos mentales y en situación de gran vulnerabilidad. Uno de ellos ingresó en 2003 y sufría una minusvalía del 67%, debido a un trastorno depresivo y dependencia al alcohol. Presuntamente, sufrió abusos durante los tres años que estuvo en la residencia. El otro perjudicado, que padece trastorno mental y que está declarado incapaz desde hace casi una década, empezó a vivir en Teis en 1996 y los abusos habrían ocurrido entre 2010 y 2014. Los hechos sucedieron mientras el procesado era director de las instalaciones.

El hermano Donaire negó la autoría de los abusos en la declaración judicial que prestó en enero de 2017 en calidad de investigado. Dados sus padecimientos y su grado de dependencia, la Fiscalía llegó a presentar demanda de incapacidad con respecto al mismo, la cual se rechazó a la vista de las conclusiones de los forenses. A finales del pasado año el juez dictó un primer auto en el que derivaba las diligencias por el trámite del procedimiento abreviado de cara al futuro juicio, pero la investigación después se dilató ya que la causa tuvo que acomodarse a otro tipo de proceso destinado para casos más graves, el sumario, debido a la extensión de las penas por los hechos que se le atribuyen.

Ahora, el juez deberá elevar la causa para juicio, aunque de forma previa a que se le ponga fecha a la vista deberán presentarse los escritos de acusación y defensa. En cuanto a la fianza que se le acaba de requerir, 30.000 euros, el procesado habría alegado que no tiene medios económicos. En la declaración indagatoria de ayer no habría llegado a declarar sobre los hechos por los que fue acusado. Ahora, el hermano Donaire está pendiente de este juicio y de el de la supuesta estafa. En 2013 fue absuelto en un caso en el que había sido denunciado por supuesta apropiación indebida.