Que no le extrañe al lector si una mañana de verano decide pasear por Bouzas y el ambiente está animado: cien chavales de entre 6 y 17 años están demasiado ocupados pasándolo bien en los dos campamentos que organiza el Concello de Vigo.

Aunque las actividades llevan desarrollándose desde hace seis años, este es el primer año para algunos. Javier Méndez es uno de ellos. Ya ha probado el kayak, pero no le gustó. La embarcación volcó tres veces, y "en la segunda, el kayak nos cayó encima", explica Javier. "Fue un poco agobiante", confiesa.

A pesar de los inconvenientes, el campamento lo está disfrutando. A Mateo, de 15 años, también le gusta, pues no falta a la cita desde 2012, año en que empezaron a organizarse estas jornadas lúdicas. "Me gustan los deportes náuticos", razona. Sus favoritos son el pádel surf y el windsurf. "Son mucho más divertidos los deportes en los que te puedes caer al agua", afirma. Porque no le da miedo.

Sin embargo, navegar a bordo de un barco de vela le parece lo más aburrido, porque pasa el rato sentado, y no se hace nada más. Pero eso no frena al joven vigués, que piensa repetir el año que viene.

Ocho monitores son los encargados de que los pequeños (y no tan pequeños) pasen un verano inolvidable. Se dividen en dos equipos de cuatro para coordinar los dos campamentos en los que se enmarca la actividad, además de disponer de instructores especializados en el agua.

El primero de ellos (Verán Náutico en Bouzas) es para aquellos de edades comprendidas entre los 8 y los 17 años. Los niños pasan la mañana en el Pabellón Municipal de Bouzas jugando a las olimpiadas y diversos juegos en grupo, de entre los cuales, los monitores destacan "el día de las bromas". El nombre lo dice todo.

El segundo de los campamentos es el "mariñeiro". En tierra, los jóvenes de entre 6 y 12 años se recrean con la archiconocida búsqueda del tesoro y superan yincanas. En el agua de la ría, se montan en kayak, practican pádel surf, vuelan sobre una tabla de windsurf y montan en barcos de vela, eso sí, con un monitor que lleva el barco. Como nadie nace aprendido, se le dedica a cada una de las especialidades dos clases: una de iniciación y otra de perfeccionamiento.

Mario García, uno de los coordinadores de los campamentos, cree que el más especial de los días es el jueves de la segunda semana de campamento, también llamado "día de la banana". Un hinchable con forma de plátano se amarra a una embarcación neumática. Los chavales se montan en el hinchable y la barca arranca los motores: pura adrenalina.

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, se presentó ayer en el pabellón para saludar a los participantes, y aprovechó para darles una pequeña clase de náutica.

Acompañado por la concejala de Xuventude, Uxía Blanco, Caballero aspira a ayudar a conciliar la vida familiar con la celebración de los campamentos, sin dejar atrás el divertimiento de los juegos. Para él, Bouzas es un enclave "maravilloso" por tratarse de un "territorio tan marino", y siendo el mar "lo mejor que tenemos".

"Mariñeiro" y "Náutico en Bouzas" son dos de los 14 campamentos urbanos que el Concello oferta este año para jóvenes de 4 a 17 años. En total, 5.600 menores podrán disfrutar de los programas de ocio que se desarrollarán en la ETEA (verano náutico), Navia (entretenimiento relacionado con la naturaleza), Samil y Alcabre (talleres y juegos al aire libre).