El área de Vigo no solo tiene el honor de "disfrutar" de una tupida malla de radares. En sus accesos se localizan además dos puntos que destacan por méritos propios en el mapa de carreteras de España. Uno es la conocida como curva de Los Molinos, en el punto kilométrico 12 de la A-55. Su fama se debe a que es el "punto negro" con más accidentes del país.

El segundo es el radar fijo de la N-550 a la altura de Os Valos, en Redondela. Según los datos oficiales de Tráfico, es uno de los más activos de la geografía española. Entre enero y octubre de 2017 dio pie a 15.200 denuncias por exceso de velocidad, lo que supone unas 50 cada día. Es el 11º que más infractores "caza" de la red estatal.