El último juicio de la macrocausa de Las 5 Jotas, la mayor red de fraude fiscal destapada en Galicia mediante la emisión de facturas falsas por valor de 50 millones de euros, ya tiene fecha. La pieza separada contra los bancos -que según la Fiscalía habrían facilitado un flujo de dinero superior a los 6 millones de euros- se celebrará del 22 al 26 de octubre en el Juzgado de lo Penal 1 de Vigo.

La sala reserva una semana para la vista que sentará en el banquillo a 12 directores, interventores y empleados bancarios de las sucursales de La Caixa, BBVA, Banesto y Banco de Galicia en la zona de Cabral en Vigo. Todos han sido procesados a título personal, sin responsabilidad alguna para las entidades. El fiscal solicita para cada uno de ellos e 2 años y medio de prisión, lo que conllevaría su ingreso en la cárcel, y multas de 3.600 euros por presuntos delitos de falsedad documental continuada en la apertura de cuentas a nombre de personas que lo desconocían, así como irregularidades en movimientos de efectivo, cheques y efectos bancarios.

Con ellos debería sentarse el cabecilla de la trama, José Manuel Costas Estévez pero se encuentra en orden de búsqueda e ingreso en prisión desde 2016.

Con este juicio se da por concluido el recorrido judicial de la mayor trama de facturas falsas de la comunidad. Esta pieza separada comenzó a instruirse en 2009. Casi una década después, los acusados responderán ante la jueza.

En su escrito de acusación el fiscal sostiene que la "ingente actividad falsaria de José Manuel Costas y demás en la generación de facturas falsas originó, para darle una apariencia de realidad, multiplicidad de actuaciones bancarias irregulares".

Esta actividad "falsaria", según la Fiscalía, "cuando menos fue tolerada por los empleados de unas cuantas sucursales bancarias en las que Costas operaba y era un cliente importante, en alguna de ellas el más importante". Este es el caso de la sucursal de La Caixa en Cabral, donde tuvieron lugar la mayor parte de las irregularidades detectadas por el fiscal.

Y es que en la trama de Las 5 Jotas los pagos de las facturas eran reales no como las obras o servicios que se prestaban. El objetivo era mover dinero blanco para convertirlo en negro y de ellos se beneficiaron hasta 200 empresarios que terminaron con un centenar de condenas firmes.