Atraque para los "gigantes" buques Ro-Ro y más espacio de estacionamiento. Ahora que conoce los detalles principales del anteproyecto del muelle sobre la escollera de Bouzas que encargó a la ingeniería adjudicataria del Plan Director de Infraestructuras -Proyfe-, el Puerto se muestra aún más decidido a llevar adelante esta obra. Sobre todo por esa zona de aparcamiento extra que generaría la construcción pilotada del espigón mediante el aprovechamiento de una superficie ahora infrautilizada. Más de 20.000 m 2 donde podrían aparcar hasta 1.600 vehículos.
El Puerto ordenó a la firma de ingeniería definir la conversión en atraque de la escollera boucense antes que ningún otro de los anteproyectos enmarcados en el citado plan director con el objetivo de ganar tiempo para someterlo, tan pronto esté cerrado, a su tramitación ambiental. Este proceso será lo que consuma más tiempo en una obra de inicio improbable antes de cuatro años. "Se trata de avanzar, de ir quemando etapas", como justificó en su día el presidente. Pero si hasta ahora ni la tardanza en arrancar los trabajos ni su coste -estimado por encima de los 20 millones- habían mermado la apuesta de Enrique López Veiga por impulsar el nuevo muelle, esta semana su motivación aumentó al recibir un adelanto del diseño.
Proyfe define un espigón de hasta 300 metros de longitud posicionado hacia al Este de la terminal, donde la profundidad ronda los 20 metros. Con esta dimensión - "aún inicial", matizan fuentes portuarias"- permitiría el atraque de solo buque aunque de esos grandes de la última generación Ro-Ro, de eslora superior a los 200 metros.
Los ingenieros de la consultora contratada plantean una construcción pilotada para reducir al máximo el impacto en el medio y extendiendo la línea más allá del límite que marca el final de la escollera. De esta manera, entre la superficie generada por este muelle y la resultante de su conexión con la campa sobre un suelo ahora lóbrego, la terminal ganaría 20.000 m2 "fácilmente", destacan las mismas fuentes. Con esta amplitud podría acoger un mínimo de 1.600 vehículos como las nuevas furgonetas fabricadas por PSA en Balaídos (K9).
"Gusta mucho al BEI"
El dirigente portuario se reconoce "sorprendido" por el espacio a mayores que adosaría a la terminal Ro-Ro la obra en la escollera. "No veo más que ventajas", reitera reafirmándose en la defensa de un proyecto que "gustó mucho" a una de las posibles fuentes financiadoras, el Banco Europeo de Inversiones (BEI), cuando se lo expuso en una reciente reunión en Bruselas. Y es que el Puerto ya incluye este proyecto en todas las presentaciones institucionales y comerciales como parte de su estrategia de marketing dirigida a hacer ver a los operadores su apuesta por el tráfico Ro-Ro.
"Donde eres exitoso, no puedes perder el éxito", afirma el presidente convencido de la "necesidad" de seguir invirtiendo en actuaciones dirigidas a ampliar y optimizar el espacio existente en el recinto de Bouzas, más ahora con el fuerte aumento de producción de PSA y el creciente uso por parte de otras marcas. Y sabe de la preocupación de los operadores por el overbooking cada vez más frecuente que registra el estacionamiento, como ocurrió esta semana. Ya hay obras pensadas para aliviar esta congestión casi permanente, como los 15.000 m2 que sumarán el retranqueo de la verja por el derribo de las casetas de armadores y la ampliación del silo. "Pero buena falta hará el espacio; nada sobrará", prevé López Veiga.
