Cae el padrón de conductores, pero sube el de vehículos. A pesar del descenso del número de usuarios que se ponen a los mandos de los coches, motos, camiones, buses, furgonetas... que circulan por las calles de la ciudad, el número de matrículas encadena una tendencia positiva, de crecimiento.

Los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) muestran que entre 2016 y 2017 Vigo perdió cerca de medio millar de personas con permiso para sentarse al volante o tras el manillar de un vehículo, lo que supone un descenso del 0,3%. A lo largo del mismo período el número de turismos registrados en el municipio repuntó en aproximadamente 1.600 unidades (1,1%) y el de motos se incrementó en algo más de un millar (4,1%).

Esa doble tendencia se explica por tres fenómenos. El primero, el que está detrás de la caída del padrón local de conductores, es el "invierno demográfico" que se caracteriza por un desplome de la natalidad y un envejecimiento de los residentes. A menos vecinos, también menos conductores.

La segunda tendencia tiene que ver con el repunte de automóviles y está asociada con la mejora de la economía, lo que ha permitido al sector de la automoción relanzar su actividad tras la crisis. Las patronales Anfac, Faconauto y Ganvan ya han cifrado en cerca de un 7,7% el crecimiento de las ventas en el conjunto de España en 2017.

El tercer factor, más local, es el incremento del parque de motos, que en Vigo ha experimentado un repunte notable gracias a las políticas locales.