Cuando los policías y la comisión judicial que el jueves acudieron al "narcopiso" descubierto en la avenida de Gregorio Espino de Vigo entraron en la vivienda, lo que se toparon fue un domicilio en un estado insalubre extremo. Como pocas veces se han encontrado en la ciudad. Las condiciones higiénicas eran deplorables y el olor nauseabundo. Difícil imaginarse que alguien podría vivir allí. Restos de comida ya podrida, jeringuillas por doquier, moscas... Tal era la situación que la Policía Nacional, según informaron fuentes oficiales, dio aviso ayer al Concello para que adopte las medidas necesarias para proceder a su limpieza: consideran que puede ser un "foco de infección" en ese edificio de 27 viviendas.

La actuación policial se debió a las constantes quejas vecinales por el trasiego de toxicómanos. Las llamadas se habían incrementando, explica la Policía, en los últimos cuatro meses. Cuando entraron en el piso, dentro había cinco personas. Dos de ellos tenían pipas artesanales con heroína. Fue detenido el dueño y otro hombre que se cree que residía con él. Ambos toxicómanos. Los agentes hallaron unos 4 gramos de cocaína y poco más de uno de heroína. También sustancias de corte y una báscula. Había múltiples jeringuillas tiradas. La Policía considera que había gente que solo iba a comprar alguna papelina, pero otros consumían allí en grupo.

Los arrestados pasaron ayer a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de Vigo, de guardia, y la magistrada decretó prisión provisional por la presunta autoría de un delito de tráfico de drogas. Aunque las quejas vecinales eran constantes, una residente insistía ayer en que el propietario, drogodependiente desde hace años, no era el que daba problemas, sino la gente que iba al piso.