La crisis de Transportes Souto es cada vez más importante. El mayor transportista de la automoción gallega, que el pasado viernes entro en preconcurso de acreedores, anunció ayer que el plan de viabilidad que intentaron llevar a cabo a la desesperada no ha dado sus frutos y la empresa presentará "de manera inminente" un concurso de acreedores.

La familia propietaria señala que ha llegado al actual estado financiero "por un cúmulo de circunstancias" entre las que destacan "la reducción de circulante" y "la bajada de facturación en el ejercicio 2017", lo que le impide afrontar su compromiso con empleados y proveedores. Además, señalan desde la familia, la rescisión de contrato de su principal cliente el pasado mes de septiembre agravó todavía más la situación.

En este contexto, el grupo puso la pasada semana en manos de sus proveedores los servicios que venían prestando a la fábrica de PSA, su actual mejor cliente, con la intención de dar estabilidad económica en la zona y tratando de evitar todos los problemas que supondría la paralizacion de la actividad de la misma.

La firma apunta que todas sus empresas están afectadas por esta situación (Transportes Martínez Souto, Transportes Gasteiz y Souto Ltda, además de las sociedades vinculadas Logística Dama, Inversiones Muíños, Investigaciones Muíños y Promociones Rovimar).

Sobre un supuesto alzamiento de bienes denunciado por la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras (la central mayoritaria del grupo) ante Inspección de Trabajo, la familia quiere aclarar que "es totalmente falso" y amenaza con tomar las acciones legales que considere oportunas ante la justicia. Además, denuncia estar sufriendo presiones, amenazas contra la integridad física y acoso por personas y organizaciones.

Por otra parte, la Federación Gallega de Transporte de Mercancías (FEGATRAMER), insta a los transportistas afectados a que no firmen ningún documento que suponga la renuncia a su derecho a ejercitar acciones para el cobro de lo que se les adeuda.