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Pilar Magdalena: "Hay menos riesgo de obesidad en las comunidades del norte, como Galicia"

"Los estudios de datos pueden aportar inteligencia a la Sanidad, hacerla sostenible"

Pilar Magdalena.

El Premio de Investigación en Economía de Galicia "Valentín Paz Andrade" que les acaban de conceder el Consello Económico y Social de Galicia (CES) y El Instituto Universitario de Estudios e Desenvolvemento de Galicia supone para Pilar Magdalena una "doble satisfacción" tras "muchos años de trabajo silencioso". Por un lado, porque no encuentra "mejor recompensa" que la de que el estudio que firma junto a Manel Antelo y Juan Carlos Reboredo sea "utilizado para mejorar el bienestar de los ciudadanos". Por el otro, se enmarca en la tesis doctoral que prepara en Economía de la Salud.

-¿Por qué se centraron en la obesidad infantil?

-Es una de las partes de mi tesis doctoral, en la que estudiamos cómo influye el entorno socioeconómico y los hábitos de consumo en ciertos indicadores de salud como la obesidad, los hábitos alimentarios y el consumo de sustancias tóxicas. Es un problema alarmante, por sus cifras y su situación. La OMS destaca como riesgos directos el sedentarismo y estos consumos.

-El estudio se realiza con datos de 13.000 niños de entre 2 y 15 años. ¿Cómo los obtienen?

-Es a nivel nacional. Se extraen de las encuestas nacionales de salud del INE entre el 2003 y 2012.

-¿Cómo los procesan?

-Estas encuestas contienen datos de tipo demográfico, socioeconómico y de estilo de vida. Cogemos las características de los niños y sus hogares y analizamos cómo influyen esos tres condicionantes en el riesgo de que sufran obesidad. Aplicamos modelos econométricos. Usamos otros para ver si existe desigualdad entre los niños y cuánta.

-¿Y qué se encontraron?

-Los niños con más riesgo de sufrirla son varones, menores de 10 años, de hogares numerosos, con un menor nivel de educación, una baja renta y hábitos de vida poco saludables, como el sedentarismo, menos horas de sueño y un bajo consumo de dos grupos fundamentales de alimentos, la carne y la pasta. Además, hemos confirmado que hay desigualdades significativas e inequívocas y la principal causa es la renta, seguida del nivel de educación. El riesgo crece con la edad hasta los 5 años y, a partir de ahí, disminuye hasta los 14. Existen diferencias significativas entre comunidades. Hay menos prevalencia en las del norte, como Galicia, y más en el sur. Llama la atención por lo de la dieta mediterránea.

-¿Para qué se pueden utilizar ahora estos resultados?

-Aportan una información clave para delimitar a la población diana a la que dirigir esas medidas de políticas de prevención y tratamiento, rebajar así el grado de prevalencia actual y minorar el gasto sanitario de estos niños en un futuro.

-Algo similar a lo que hacen las empresas con el Big Data, para conocer a su público y vender más...

-Usamos los mismos modelos, pero en datos acotados. El Big Data es con cantidades masivas y al momento. Así como los utilizamos nosotros en un estudio que nos llevó años, programar sistemas automáticos que hagan este tipo de estudios es el futuro. En salud se puede aplicar a todo.

-¿Se hace ya?

-Está empezando en el entorno Sanidad. Se está arrancando con datos concretos. Pensamos que las conclusiones a las que llega son fundamentales y puede aportar inteligencia a la atención sanitaria. Este tipo de estudios son los que hacen sostenible el sistema sanitario, van a poder hacer prevención y hacer que los individuos se autocuiden. Pueden servir para muchas cosas en Sanidad. Estudiar los comportamientos de los individuos y su entorno socioeconómico es fundamental. Está un poco olvidado este punto de vista y la economía de la salud debería estar muy tenida en cuenta.

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