Pese a la normalidad en los embalses que ha traído la lluvia y a que el suministro a los hogares está garantizado, la Xunta y el Concello no abandonan su ya largo enfrentamiento por la gestión del agua en la ciudad de Vigo y de nuevo se cruzan analíticas con resultados no del todo coincidentes. Abel Caballero y Alfonso Rueda volvieron ayer a elevar el tono para acusarse mutuamente de mentir y usar la potabilidad de un recurso tan sensible como arma política. En medio, en esta ocasión, tres colegios donde el Ejecutivo gallego prohibió beber agua del grifo por precaución. Los centros afectados son el CEIP Ría de Vigo (Oia), el CEIP San Salvador de Teis y el CEIP Carrasqueira de Coruxo.

El alcalde considera que la decisión autonómica es injustificada y ayer esgrimió los resultados de los análisis realizados por Aqualia el 9 y el 10 de este mes que certifican que el agua en los tres colegios es "perfectamente potable". " Los límites de hierro en San Salvador son de 229 cuando el límite son 600", puso como ejemplo el socialista, que se mostró "harto" de las dudas generadas por la Xunta respecto a la calidad del suministro en la ciudad y acusó a Feijóo de "intentar dañar gravemente la imagen de Vigo en toda España".

"Tenemos resultados de un laboratorio homologado. El agua es potable y de calidad y es algo peor dentro de los colegios porque algo pasará con las tuberías que son competencia autonómica", denunció Caballero reclamando a la Xunta una mejora en las instalaciones. "Nos calumnian y generan alarma. Opinión frente a datos objetivos", defendió.

En el lado contrario, el encargado de hablar ayer fue el vicepresidente de la Xunta, que tildó al gobierno vigués de "absoluta falta de responsabilidad". "El alcalde sabe que las analíticas indican que el agua es de muy baja calidad en el colegio y también fuera. Está hablando con alegría cuando ningún técnico municipal ha comprobado el estado de las tuberías del CEIP Ría de Vigo y el propio director certificó por escrito que no había problema con las canalizaciones", aseguró el dirigente popular. Añadió también que los responsables del centro acreditan que "se han dirigido en repetidas ocasiones a los servicios de consumo municipales y no le dan ninguna información. Decir que el problema está en el colegio no es desconocer la realidad, sino intentar contar lo que no es verdad. Es una grave irregularidad", denunció Rueda.