O Marisquiño proyecta un cambio de escenario para no frenar el crecimiento imparable que encadena desde hace casi dos décadas, edición tras edición. Según ha podido saber FARO, el festival estudia trasladar la mayor parte de sus competiciones a la playa de Samil en busca de más espacio. Desde hace años las pruebas se concentran en el entorno portuario, que con el paso del tiempo se ha ido quedando cada vez más pequeño.

La organización ya ha empezado a estudiar las características de Samil con sus técnicos, los patrocinadores y las federaciones deportivas para confirmar que cumple todos los requisitos. De momento, su valoración es positiva. El festival del deporte y la cultura urbanos no se desvincularía en cualquier caso del centro de Vigo, donde conservaría parte de su actividad. Los conciertos y el popular descenso urbano se mantendrían en el centro de la ciudad, como otras ediciones.

En 2018 O Marisquiño plantea incorporar una nueva disciplina con la que reforzará su oferta, lo que le exigirá disponer de más espacio. En Samil busca esa superficie a mayores que ya no encuentra en el entorno del Náutico. Esa necesidad habría jugado un papel clave en la decisión del festival.

De cerrarse finalmente el traslado a Samil, O Marisquiño regresaría al lugar que lo vio nacer hace casi dos décadas precisamente en el año en el que el evento cumple su mayoría de edad. El arenal vigués fue el escenario donde la cita dio sus primeros pasos.

Desde hace años O Marisquiño ha logrado ganar proyección y seguimiento hasta convertirse en un referente internacional en disciplinas como el skate. Hay varias pruebas de ese crecimiento. La más visible es que año tras año el festival atrae a un público más amplio. Si en 2015 contó 125.000 visitantes, en cuestión de solo dos años esa afluencia se disparó hasta superar los 160.000 el pasado agosto. Otro indicador de la dimensión que ha logrado la cita es que ya ocupa un lugar destacado en el circuito deportivo, con campeonatos mundiales y puntuables.

Para hacer frente a ese crecimiento los organizadores han tenido que buscar también nuevos escenarios. Hace dos años, por ejemplo, trasladaron sus conciertos a Praza do Rei. Este verano, los celebraron en Praza da Estrela. La necesidad de más espacio ha sido una constante para dar cabida a las nuevas competiciones, la afluencia creciente de público y las actividades que enriquecen su oferta, como talleres y exhibiciones de grafiti o baile.

Una de las grandes ventajas de Samil es que O Marisquiño dispondría allí de más espacio para montar sus circuitos y acoger a las cientos de miles de personas que llegan desde otros puntos de Galicia, España e incluso el extranjero. La organización habría valorado también otras ubicaciones de la ciudad, como Castrelos u O Castro, pero en principio los habría descartado en favor de Samil, que ofrece además un escenario único, en pleno arenal vigués y con vistas a las Islas Cíes.

Otra de las novedades de la edición de 2018 podría ser un cambio de fechas del festival, que suele celebrarse entre un viernes y domingo hacia mediados de agosto. En su pasada edición, por ejemplo, sus responsables fijaron las pruebas entre los días 11 y 13. El año anterior había sido entre el 12 y 14. Para 2018 sin embargo esos días podrían moverse una o dos semanas.

La razón es que los responsables del festival están pendientes de incluir en su parrilla nuevas series mundiales de un deporte olímpico. Hasta que tengan cerrado ese punto no decidirán las fechas exactas, que en cualquier caso seguirían manteniéndose en agosto.