El tiempo de respuesta desde que un paciente con ictus llega al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo hasta que se inicia el tratamiento fibrinolítico (medicamento que disuelve el tapón que obstaculiza el flujo sanguíneo) es de 53,6 minutos, con lo que "mejora el tiempo recomendado por las sociedades científicas" que es de 60 minutos.

Así lo ha comunicado hoy el Sergas, en el marco de la celebración por el Día Mundial del Ictus, que es el día 29, destacando su "satisfacción" porque desde la constitución de la unidad de ictus se logró "una importante disminución del tiempo, pasando de 80,9 minutos en 2015 a 53,6 minutos hoy en día".

Esta unidad, que cuenta con seis camas de monitorización permanente y un neurólogo de guardia, funciona con un protocolo que "permite diagnosticar al paciente en un plazo no superior a una hora" y, desde que inició su actividad hace dos años, ha atendido a 1.200 pacientes y ha administrado 205 tratamientos fibrinolíticos.

Este medicamento solo puede ser administrado durante las primeras cuatro horas y media del infarto cerebral y, si no se puede administrar o fracasa, la alternativa durante las primeras seis horas es realizar una trombectomía mecánica, por la que se introduce un catéter hasta el trombo para extraerlo. Desde que esta técnica se puso en marcha hace un año en Vigo, se han realizado 64.

El ictus se produce por un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera el funcionamiento de una o varias áreas del cerebro; y la interrupción del flujo sanguíneo provoca una disminución de oxígeno y nutrientes, que, por tanto, requiere de una intervención inmediata (cuanto más tiempo pasa, "mayor es el daño"). En Galicia se producen unos 7.000 nuevos casos de ictus cada año.