Los tres socios del proyecto Fire RS se reunieron hace unas semanas en Toulouse para poner en común sus respectivos avances. El Laboratorio de Sistemas y Tecnología Subacuática de Oporto ya ha iniciado los test rutinarios para comprobar los sistemas de comunicación de los drones que, una vez arranque la misión, tendrán que sobrevolar las áreas afectadas para recoger datos mediante cámaras infrarrojos y termográficas.

Esta información, unida a la recogida por los sensores en tierra, permitirá a los expertos de Toulouse elaborar modelos de evolución de los incendios y poner en marcha las operaciones.

El funcionamiento de toda la red se pondrá a prueba en 2019 en Galicia y el norte de Portugal. "Hemos tenido reuniones previas con los servicios de prevención y la acogida es muy buena", celebra Aguado.