La población extranjera que reside en Vigo ayuda a contrarrestar el "invierno demográfico" que, desde hace años, se registra en Galicia y buena parte del país y Europa. Los datos recabados por el servicio de estadística del Concello muestran que casi el 60% de los cerca de 16.400 foráneos que residen en la ciudad -vecinos con una nacionalidad distinta a la española- tienen menos de 40 años. De hecho, solo uno de cada diez ha superado la edad de jubilación. Los porcentajes son bastante distintos si se analiza la población de Vigo con nacionalidad española. Entre ellos solo el 42% no ha pasado aún de la treintena. Uno de cada tres, además, supera los 61 años.
Los datos municipales muestran que este colectivo vuelve a crecer por segundo año consecutivo tras haber encadenado descensos desde 2011 debido a la crisis. Según el padrón que elabora el Concello, en la actualidad residen en el municipio cerca de 16.400 vecinos extranjeros, casi medio millar más que el año pasado, cuando sumaban algo menos de 16.000. El colectivo extranjero ha aumentado además por la base, entre las franjas de menor edad. Si hace apenas un año sumaban unos 5.100 niños, adolescentes y jóvenes que no habían cumplido los 30 años, hoy ya suponen un centenar más.
Por orígenes, los más numerosos son los europeos, que representan casi la mitad, el 48%. Les siguen los sudamericanos y africanos. En tercer lugar, con menos de 800 vecinos residiendo en Vigo, están los asiáticos y aquellas personas con nacionalidades de Oceanía, como Australia o Nueva Zelanda. Entre todos ellos, la franja de edad más frecuente es la comprendida entre los 31 y 40 años, que suma 4.300 personas, el 26% del total. Entre los habitantes españoles, sin embargo, la franja más populosa se eleva a la horquilla de los 36 a 45 años, que engloba al 17%.
La inmensa mayoría de los extranjeros se concentran en el casco urbano. La zona comprendida entre Beiramar y Travesas es la que tiene más foráneos: casi 3.000. Le siguen los barrios de Casablanca y Venezuela, que acogen entre ambos a cerca de tres millares de personas. Algo menos se registra en el distrito que los técnicos del servicio de estadística del Concello ubican entre O Calvario, Lavadores y Candeán. Allí residen algo más de 2.800 personas con una nacionalidad diferente a la española. Entre el Casco Vello y el centro urbano suman 1.800. Las zonas en las que se anota menos afluencia de extranjeros es el rural. El conjunto de Matamá, Beade, Bembrive, Valadares y Zamáns suma 340 personas y entre Alcabre, Navia, Comesaña, Coruxo, Oia y Saiáns llegan a 722.
Además del efecto de la población inmigrante, hay otros dos factores que contribuyen al crecimiento de la población en Vigo y a mitigar el envejecimiento que se agrava en otras zonas de Galicia. Uno de ellos es la evolución que presentan algunos barrios del centro, que han ganado vecinos a lo largo del último año. El otro, y principal, es la importante tendencia de crecimiento que arroja Navia desde hace tiempo. De hecho más de la mitad de las personas que residen en este barrio no han cumplido aún los 40 años. De nuevo según las estadísticas del Concello, entre 2016 y 2017 el PAU de Navia ganó cerca de 300 vecinos hasta rozar los 9.100 residentes. Hace apenas un lustro se contabilizaban 7.400. La suma de todos esos factores permitió a Vigo crecer durante el último año y llegar -según el padrón del Ayuntamiento- a 298.355 vecinos.
Navia, el motor demográfico que gana población y baja la edad media de la ciudad
- Aunque no es la única zona de Vigo que gana población, el crecimiento que ha constatado Navia a lo largo de los últimos años sí supone un caso especialmente interesante por su contundencia. En apenas un lustro el barrio ha pasado de tener apenas 7.400 personas a casi 9.100, un repunte notable, de cerca del 23%, que se explica por el traslado de cientos de familias al PAU para instalarse en los nuevos edificios que se han construido en el barrio. Solo en el último año, entre 2016 y 2017, la zona ganó más de 300 residentes, o lo que es lo mismo: casi uno cada jornada. Una de las peculiaridades de Navia es que no solo gana población, también destaca por la juventud de sus vecinos. Las estadísticas del Concello muestran que un tercio de las personas que tienen su domicilio en Navia no ha cumplido aún los 30 años y tan solo el 13% ha pasado la edad de jubilación. Un porcentaje que destaca, por ejemplo, sobre el del conjunto del casco urbano, donde los niños, jóvenes y veinteañeros representan de media el 27%. En Teis ese colectivo no llega siquiera al 24%. En este último barrio la población con más de 61 años representa más de la cuarta parte, lo que supone el doble que en Navia. Algo similiar ocurre también en Bembrive, donde los vecinos que superan esa edad constituyen también cerca del 27%.
Portuguesa y rumana, las principales nacionalidades de los vecinos foráneos
- Las nacionalidades europeas son, de lejos, las más abundantes entre los extranjeros que residen en Vigo. Suman en total más de 7.800 personas de las 16.400 que residen en la ciudad, lo que supone casi la mitad del total. Aunque en Vigo es posible encontrar representantes de prácticamente todos los países del continente y Rusia, los que suman más vecinos son Portugal y Rumanía. A principios de año residían en el municipio 3.200 personas procedentes del país luso, lo que lo convierte en la segunda nacionalidad más frecuente en Vigo, por detrás de la española. Le sigue la rumana, con casi 1.800 habitantes. Los italianos suman cerca de 900 personas, los franceses rondan los 450 y los alemanes superan los dos centenares. A la "cola" están situados Montenegro, con un solo compatriota en la ciudad; Yugoslavia, Bosnia, Malta y Macedonia, con dos vecinos cada uno; y Albania, Bielorrusia, Georgia y Servia, cada uno de ellos con media docena. El otro gran punto de origen de población extranjera es Sudamérica, de donde son oriundos casi 6.300 extranjeros que tienen su domicilio en Vigo. Por nacionalidades, destacan los brasileños (1.300), colombianos (700) y uruguayos y argentinos, que suman entre ambos un millar de personas. Los africanos suponen 1.500 personas y, juntas, Asia y Oceanía rozan los 800.
